Así lo manifestó el alcalde de la localidad, Julián González Corral, quien convocó a la corporación a un pleno extraordinario al que asistió una numerosa representación de los 1.200 habitantes con los que cuenta Villada, localidad situada a unos 46 kilómetros de Palencia, cerca de los límites provinciales de Valladolid y de León.

El regidor trasladó el "más sentido pésame" a las familias de los fallecidos, así como el apoyo al resto de damnificados y familiares por el trágico suceso.

El regidor, que agradeció la colaboración de los ciudadanos y empresas locales tras la tragedia, recordó que la "inmediata asistencia de los vecinos de la localidad y de los trabajadores de Pipas Facundo, junto a profesionales sanitarios y Fuerzas de Seguridad, hicieron que los acontecimientos fueran menos trágicos".

El pleno extraordinario se inició con dos minutos de silencio que el salón municipal, abarrotado por más de doscientos ciudadanos y periodistas, guardó con respeto y que finalmente fue quebrantado por un cerrado aplauso.

El alcalde de Villada indicó que el Ayuntamiento ha remitido una carta de condolencia al presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, ya que uno de sus primos carnales es una de las víctimas mortales del accidente ferroviario protagonizado por un tren de largo recorrido que cubría el trayecto A Coruña-Hendaya.

"Punto negro en la historia"

González también reconoció que, "tristemente", el municipio palentino pasará a ser un "punto negro" en la historia ferroviaria española, aunque confió en que la población "lo olvidará fácilmente" gracias al sentimiento de haber realizado un "gran trabajo humanitario".

González explicó que "cualquiera prefiere no ser noticia en estos casos y lo que hemos destacado es la colaboración de los ciudadanos y de la empresa Pipas Facundo", porque "es lo que nos va a quedar".

Sin jefe de estación

En cuanto a la estación ferroviaria, González consideró que su funcionamiento era "correcto" en el momento del siniestro, aunque indicó que desde hace cinco años no hay jefe de estación y que la taquilla permanece cerrada para los viajeros, que deben adquirir su billete en el mismo tren, de manos del revisor.

Precisó que el cambio de vías que se produce en Villada es automático, se controla desde León y "funciona correctamente".

Opinó que el lugar en el que se produjo el siniestro ferroviario, en la misma estación y cerca de las viviendas y la fábrica de Pipas Facundo, evitó que más personas murieran debido a la proximidad de un lugar habitado que facilitó la inmediata asistencia y el adecuado acceso de los efectivos sanitarios.

"Si el accidente se hubiera producido dos kilómetros antes o después, no acierto a saber qué hubiera ocurrido", concluyó el regidor de Villada.