El hombre de 46 años acusado de matar de una puñalada a otro en 2009 en la calle Rivero de Avilés ha asegurado que le pinchó con una navaja para defenderse de una agresión por la espalda tras haber consumido esa noche "10 o 15 gramos de cocaína".

El acusado, que en el momento de los hechos se encontraba en libertad provisional por dos intentos de homicidio ocurridos en 1999, ha prestado declaración este lunes en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Oviedo ante un jurado popular.

A preguntas del ministerio fiscal ha asegurado que el 16 de septiembre salió de su domicilio con el propósito de auxiliar a una chica que estaba siendo agredida por su pareja.

Una vez en la calle, la levantó del suelo, se interpuso entre el supuesto agresor y la víctima y regresaba hacia su portal cuando sintió el impacto de una cadena en la espalda. Acto seguido, y a modo de "acto reflejo", extrajo una navaja del bolsillo trasero de su pantalón y se dio la vuelta con la intención de defenderse. "Yo no fui a por él, hice un barrido y él ya estaba encima; no lo pude librar", ha señalado.

A continuación, ha manifestado que subió al domicilio donde estaba su mujer en compañía de otros dos hombres, se cambió de ropa dado que había bajado a la calle con las mismas prendas del día anterior y abrió la puerta a la Policía, que se lo llevó detenido.

Respecto al arma, ha insistido en que no agredió a la víctima con un cuchillo de cocina, sino con una navaja de "unos cuatro centímetros de hoja" y mango de madera que acostumbraba a llevar en el bolsillo de su pantalón. "Si habla es que está vivo; le habré hecho una heridina", ha confesado que pensó tras el forcejeo.

Por último, a preguntas de su defensa, ha apuntado que él mismo consistió que los agentes registraran su casa y entregó voluntariamente la sudadera que llevaba en el momento de la pelea. Asimismo, ha declarado que no recuerda con precisión lo que ocurrió porque todo pasó "muy rápido" y la Policía le puso "muy nervioso".

"Tendré la desgracia de ser una persona rara pero el maltrato no me gusta y al oir chillar bajé", se ha excusado.

El fiscal solicita para él 18 años de cárcel por un delito de asesinato "de todo punto innecesario", mientras que la defensa considera que se trata de un homicidio imprudente dado que "el acusado nunca tuvo intención de matar a la victima", que falleció "por el devenir de los acontecimientos". Pide, además, que se le apliquen las atenuantes de adicción a las drogas, legítima defensa, dilación indebida del procedimiento y confesión. El juicio continuará este martes con la declaración de los testigos.