Investigadores de la UA estudian por satélite al jabalí valenciano para corroborar sus hábitos científicamente

Un equipo de investigadores de la Universidad de Alicante (UA) ha controlado vía satélite los movimientos de varios ejemplares de jabalí valenciano en la sierra alicantina de Mariola, con el objetivo de comprobar que los hábitos de este animal se corresponden con los patrones de comportamiento que se atribuyen a esta especie, según ha informado este lunes en un comunicado la institución académica.
Ejemplar De Jabalí Estudiado Por La Universidad De Alicante
Ejemplar De Jabalí Estudiado Por La Universidad De Alicante
UNIVERSIDAD DE ALICANTE
Ejemplar De Jabalí Estudiado Por La Universidad De Alicante

Un equipo de investigadores de la Universidad de Alicante (UA) ha controlado vía satélite los movimientos de varios ejemplares de jabalí valenciano en la sierra alicantina de Mariola, con el objetivo de comprobar que los hábitos de este animal se corresponden con los patrones de comportamiento que se atribuyen a esta especie, según ha informado este lunes en un comunicado la institución académica.

El proyecto se ha llevado a cabo en la finca Buixarró, situada en el parque natural de la Sierra de Mariola, en el norte de la provincia de Alicante, y lo ha desarrollado un equipo del Instituto para el Estudio del medio Ramón Margalef, dirigido por el investigador de la UA Antonio Belda, dentro del programa de ayudas de la Generalitat valenciana para grupos precompetitivos. Además, ha colaborado la Fundación Victoria Laporta Carbonell, que gestiona el espacio que ha acogido el estudio.

Según las conclusiones de los investigadores, las técnicas empleadas en este proyecto y aplicadas a la generación de modelos de distribución de especies, especialmente mediante la telemetría y el GPS, "son eficaces para establecer planes de conservación, buscar nuevas localizaciones de especies raras y amenazadas, desarrollar patrones espaciales de la biodiversidad, o evaluar el impacto del cambio global sobre la distribución de los organismos".

Por su parte, Belda ha explicado que aunque se conocen los hábitos del jabalí valenciano, el estudio ha pretendido "corroborarlos científicamente", por lo que se capturó a una hembra joven, de unos cuarenta kilos, a la que se colocó un collar GPS de "especial robustez", capaz de soportar su roce por terrenos ásperos, entre árboles y maleza, y sellado para preservarlo del agua y el barro, tal y como ha apuntado.

Este dispositivo de transmisión por satélite estuvo conectado mediante una tarjeta de teléfono móvil con una estación de registro dispuesta por los investigadores, a la que el citado collar enviaba cada doce minutos un mensaje con los datos de la posición del animal objeto de estudio, un aspecto que se pudo llevar a cabo gracias a que la finca Buixarró —de una extensión aproximada de 700 hectáreas— dispone de cobertura.

Seguimiento de 40 DÍAS

De esta manera, los movimientos de la hembra fueron seguidos durante 40 días, a lo largo de los cuales se registraron cerca de 5.000 posiciones, que correspondieron a un recorrido total de 309 kilómetros, a una media de 7 u 8 kilómetros diarios. Estos registros permitieron a los investigadores reconstruir las rutas diarias del animal, así como los porcentajes de uso del tiempo en cada una de ellas.

Igualmente, el conocimiento de los periodos de presencia en los diferentes tipos de suelo facilitó constatar la predilección de estos animales por las zonas boscosas con abundancia de 'quercíneas' —encinas o coscojas—, y de las especies asociadas a éstas, así como su preferencia por desarrollar su actividad desde la tarde a la mañana, reduciéndola durante las horas centrales del día.

De manera complementaria, a otros tres ejemplares de jabalí valenciano se les colocaron marcas identificativas para fotografiarlos con dos cámaras de 'fototrampeo' que los investigadores ubicaron en zonas de refugio y alimentación del citado espacio de la sierra alicantina.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento