La red desarticulada en la localidad alicantina de Denia, en una operación en la que se detuvieron a once personas y se incautaron 3.460 kilogramos de hachís, introducía la droga a través de embarcaciones de recreo, que guardaban en chalés alquilados por la organización en esta zona.

Según informó hoy la Dirección General de la Policía, los arrestados, de nacionalidad rumana, marroquí y española, trasladaban la droga desde Marruecos.

Trama organizada

El grupo alquilaba chalets en la zona para albergar a sus miembros y con capacidad para ubicar los barcos, de más de seis metros de eslora, que posteriormente empleaban en las actividades delictivas.

De esta forma, cuando eran avisados por los proveedores de hachís ubicados en el norte de Marruecos, los integrantes de esta organización trasladaban las embarcaciones desde los chalets al puerto de Denia utilizando para ello remolques arrastrados por vehículos todo-terreno.

La Policía explica que los barcos de recreo zarpaban hacia un punto situado entre el Cabo San Antonio y la isla de Ibiza, donde se encontraba un barco nodriza, procedente de las costas de Marruecos, cargado con fardos de hachís, para realizar allí la operación de trasvase.

Almacen de hachís

Una vez estaba la droga en el interior de las embarcaciones, volvían al puerto de Denia y trasladaban de nuevo a los chalets las embarcaciones.

El hachís era almacenado en las habitaciones de los inmuebles a la espera de ser distribuido.

Además de los once detenidos, en esta operación se incautaron: