Bill Gates  y su mujer Melinda protagonizaron hoy un apasionado llamamiento en favor de la lucha contra el VIH, con motivo de la apertura de la XVI Conferencia Internacional del SIDA. El atrevido discurso incluyó una velada crítica hacia la actitud del Vaticano ante el uso del preservativo como método de prevención ante la enfermedad.

Ante miles de personas que abarrotaban el Centro Rogers de Toronto durante la ceremonia de apertura de la Conferencia, Melinda Gates afirmó: "si te opones a la distribución de condones, para ti algo es más importante que salvar vidas".

Si bien la esposa del fundador de Microsoft no se refirió por nombre al Vaticano, es bien conocida la postura de rechazo al preservativo que ha adoptado la Iglesia Católica desde hace unos años, incluso para detener la expansión del virus del SIDA en África. Dicha postura encuentra su justificación al considerar que el preservativo,  como cualquier método de contracepción artificial, impide el desarrollo de nuevas vidas. "En la lucha contra el SIDA, los condones salvan vidas", añadió la esposa de Gates bajo la mirada atenta de su marido.

Falta de colaboración

"En algunos países que viven una extendida epidemia de SIDA, sus líderes han declarado la distribución de condones inmoral, ineficaz o ambos", afirmó Melinda Gates. "Algunos han argumentado que los condones no protegen contra el virus VIH, sino que de hecho ayudan a su difusión".

"Este es un serio obstáculo para terminar con el SIDA".

Melinda Gates dirigió sus críticas a los sectores religiosos y políticos más conservadores, al afirmar que "algunas personas creen que los condones animan a mantener relaciones sexuales así que quieren hacerlos menos disponibles".

"Pero retener condones no significa que menos gente practique sexo. Significa que menos personas tienen sexo seguro y más personas mueren", añadió.

La mujer tiene la última palabra

Durante su intervención, Bill Gates tuvo que soportar silbidos y abucheos cuando se refirió al "programa ABC" (siglas en inglés de abstención, fidelidad y uso de condones) , al afirmar que "debería ser expandido" porque ha salvado numerosas vidas.

Pero las  protestas se tornaron en muestras de aprobación cuando a continuación lanzó una ferviente defensa de los derechos de las mujeres, rechazando su discriminación.

Gates dijo que la fidelidad "no protegerá a una mujer cuyo compañero no es fiel" y que el uso de condones no es una decisión que las mujeres pueden tomar por si mismas, "depende de los hombres".

"Necesitamos poner el poder para prevenir el VIH en las manos de las mujeres", exclamó Gates ante los aplausos de la multitud.

Gates recibió un auténtico baño de multitudes al afirmar que "no importa dónde vive, quién es, o qué hace, una mujer nunca debería necesitar el permiso de su compañero para salvar su propia vida", momento de la charla en el que muchos asistentes se levantaron y aplaudieron fervorosamente al magnate de la informática.

Una ausencia importante

Antes de la intervención del matrimonio Gates, el doctor canadiense Mark Wainberg (copresidente de la Cumbre) también fue premiado con aplausos al criticar al Primer Ministro de Canadá, el conservador Stephen Harper.

Harper rechazó la invitación de la organización para asistir a la ceremonia de apertura de la que ya es considerada p0r muchos como la mayor conferencia mundial del SIDA nunca celebrada.

Wainberg  lamentó  la ausencia de Harper, y aseguró que había cometido "un error que le pone en el lado equivocado de la Historia. El papel del Primer Ministro incluye la responsabilidad de mostrar liderazgo en la escena mundial".

El lunes se inician las jornadas de trabajo de la Conferencia, que se prolongarán hasta el viernes y a las que asistirán cerca de 30.000 personas entre científicos, funcionarios, especialistas, activistas y afectados del SIDA.