El psicólogo del piso de acogida en el que el residió el acusado de matar a un joven guipuzcoano a la salida de una discoteca en Lekunberri en enero de 2010 ha manifestado que el procesado tenía un "temperamento bastante impulsivo, con dificultad de pensar y metabolizar las experiencias que tenía".

El psicólogo, que ha declarado en calidad de testigo y no de perito, ha explicado que Sergio R.S. "traía experiencias bastante duras en su infancia y quizás eso le marcaba en pararse a pensar y transformar lo que iba viviendo". "Era bastante patente la dificultad de poder pensar y más fácil dejarse llevar por impulsos", ha expuesto.

Según ha dicho, el procesado tenía "capacidad intelectual normal" pero "sí estaba comprometido por experiencias en su relación con el medio". "Se veía en el funcionamiento, en el lenguaje la tendencia a la agresividad", ha dicho, para precisar que "no era agresivo de normal pero ante situaciones que consideraba amenazantes tenía más dificultad de controlar y explotaba", ha manifestado el experto, que ha precisado que también "los límites le costaba aceptar".

En la tercera jornada de la vista oral por el juicio del crimen de Lekunberri han declarado también como testigos de la defensa dos religiosas que convivieron con el acusado en un piso tras la muerte de su madre, entre los 8 y los 18 años. Una de ellas ha manifestado que el imputado es "prepotente y agresivo algunas veces", con "momentos buenos y malos" y ha señalado que "tenía problemas de convivencia y comportamiento desde pequeño".

Según ha explicado, tras fallecer su madre, "lo recogieron en la Providencia y nos lo enviaron desde Bienestar Social" a un piso de acogida. El procesado, ha dicho, tuvo un "shock muy grande" cuando perdió a su madre.

"prepotencia y violencia"

Tras señalar que no fue "buen estudiante" y que se cambió de colegio varias veces, ha manifestado, a preguntas de la defensa, que era "normal" pero "siempre con su prepotencia, su violencia, su manera de ser". Según ha añadido, el acusado tiene un "ego muy alto".

Otra de las religiosas, que ha precisado que el acusado tenía relación con su padre los fines de semana, ha explicado que Sergio R.S. era "al principio alegre", pero era "muy indisciplinado". "Hemos tenido problemas a nivel de colegios, de la sociedad, no tanto en el hogar como fuera", ha detallado.

Tras fracasar en los estudios, ha señalado que el acusado intentó trabajar en varios lugares, incluso su padre, albañil, intentó que trabajara con él pero "no respondía". Preguntada por la defensa por si es especial desde pequeño, ha dicho que "sí" y que de niño fue sometido a un tratamiento neurológico y "a veces me preguntó si aquel tratamiento le dejo alguna secuelas". "Yo creo que tiene que tener algún trastorno", ha opinado.