En época de vacas flacas cualquier ingreso es bueno. En el caso de Valencia, el Ayuntamiento podría encontrarse con casi 900.000 euros si se modificara la Ley de Haciendas Locales, la cual exime del pago del   Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) a los edificios de toda confesión religiosa.

Según han informado fuentes de la Concejalía de Hacienda, la ciudad cuenta con 440 inmuebles de este tipo que se libran del pago de este impuesto, lo que traducido a euros supone 848.000 euros que el Consistorio deja de ingresar cada año, una suma que daría, por ejemplo, para pagar el mantenimiento de un buen puñado de parques y jardines de la ciudad.

Las mismas fuentes han explicado que la mayoría de estos locales son «de la Iglesia», pero también hay «mezquitas y, en definitiva, propiedades de todo tipo de religión o asociación confesional legalmente reconocida». Desde Hacienda han querido dejar claro que se trata de dar cumplimiento a una ley estatal y al concordato con la Santa Sede y que los ayuntamientos no tienen «ninguna competencia para cambiarlas».

Eso sí, en el caso de que hubiera una reforma en ambas normas por parte del ejecutivo central, desde Hacienda aseguraron que sí cobrarían el tributo. Hace unos días, la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, aseguró que ni con el cambio legal lo haría.

El presidente de la conferencia episcopal española, Rouco Varela, ya ha declarado que acataría una reforma legal en este sentido y haría frente a dicho impuesto, pero advirtió que «iría en detrimento de otras posibles acciones, como por ejemplo las de Cáritas».

Los ciudadanos han pagado 185 millones

El pasado 30 de abril concluyó el período voluntario de pago del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) para los ciudadanos de Valencia, con más de 185 millones de euros abonados, algo más del 90% del total previsto. Esto significa que un 10% no ha hecho efectivo el pago por diversas razones. El porcentaje es el mismo que el año pasado, a pesar de que este ejercicio el tributo ha subido un 10% por orden del Gobierno de Rajoy.