Brad Pitt: una estrella de izquierdas y (aún) soltera

Brad Pitt posa para los medios a su llegada a la proyección de la película 'Killing Them Softly' en Cannes.
Brad Pitt posa para los medios a su llegada a la proyección de la película 'Killing Them Softly' en Cannes.
Guillaume Horcajuelo / Efe
Brad Pitt posa para los medios a su llegada a la proyección de la película 'Killing Them Softly' en Cannes.

Brad Pitt revolucionó el martes el Festival de Cannes, al que llegó sin la compañía de Angelina Jolie y, aunque negó que tengan fecha de boda, sí aseguró que les gustaría fijarla. "No tenemos fecha fijada, es solo un rumor. Nos gustaría que todo vaya bien en lo que respecta a la fecha", precisó el actor durante la presentación de Killing them softly, que compite en la sección oficial.

Sonriente, con larga melena y chaqueta blanca, el actor aseguró que tanto a él como a Angelina les hubiera encantado estar juntos en Cannes, pero que la actriz no acudió al estar preparando su próxima película. Pese a ello, Pitt se mostró feliz y relajado, defendió la película con vehemencia y tuvo palabras de halago para sus compañeros de rodaje, especialmente para James Gandolfini, a quien comparó con Marlon Brando.

Pasión política

También tuvo tiempo de hablar de su pasión por la arquitectura y de sus ideas políticas. "Me encantaría hacer un documental sobre los partidos Republicano y Demócrata, por entender cómo se convierten en lo que se convierten y cómo acaban por hacer cosas que están en contra de su propio interés".

Al respecto, aseguró ser más de izquierdas, mostró su preferencia por el Partido Demócrata y recordó la emoción que sintió la noche que fue elegido presidente Barack Obama. "Yo estaba en Chicago, y fue extraordinario", afirmó.

La violencia en el cine

Sobre la película Killing them sofly (Mátalos suavemente), defendió la violencia en el cine para mostrar su existencia en el mundo real, tal y como refleja el filme dirigida por el neozelandés Andrew Dominik que se ha presentado en la competición del Festival de Cannes.

"No sé si se puede rodar la violencia de una forma romántica, pero hay que hacerlo", afirmó Pitt en una rueda de prensa en la que tanto él como Dominik defendieron que las películas muestren el mundo tal y como es en la actualidad.

La llegada del actor Brad Pitt al festival de cine de Cannes fue celebrada con buen humor por los fotógrafos y reporteros que asisten a una edición por la que no han pasado demasiadas estrellas.

Para el cineasta Dominik, la violencia es parte de la historia de una película que cuenta un ajuste de cuentas en el mundo de la mafia y en el que el director no ahorra sangre ni peleas para retratar una situación que se sitúa en la fase final de la campaña electoral que dio la victoria a Barack Obama y en una ciudad indeterminada de Estados Unidos.

Muy sonriente y quejándose de que las ruedas de prensa no sean a las cuatro de la tarde, Pitt se mostró tajante al afirmar que no le molesta interpretar personajes violentos. "Sería mucho peor para mí interpretar a un personaje racista, me perturbaría más que el de un asesino a sueldo", señaló.

Basada en un libro ambientado en los años setenta, Dominik decidió actualizar la historia y situarla en un momento más actual y utilizar la crisis económica como un elemento que condiciona hasta el pago de los asesinos a sueldo.

"Sentí que era una historia sobre el capitalismo", explicó el realizador -responsable de El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford-, que resaltó que en este momento todo el mundo está motivado por el dinero.

Y en esa necesidad de dinero, los personajes hacen lo que sea necesario para conseguirlo. "No entiendo -dijo- el problema que hay con la violencia en estos momentos. El filme explica cómo sobrevivir en un mundo lleno de competencia".

En su opinión, no tienen sentido las críticas actuales contra la violencia que contienen algunos libros infantiles, como los clásicos de los hermanos Grimm, cuando lo que hacen es preparar a los niños para un mundo que es mucho más violento que cualquier ficción.

Una violencia que se une a la crisis económica y que responde a la necesidad de Pitt y Dominik para su siguiente proyecto juntos. "Buscábamos historias sobre nuestro tiempo y sobre quienes somos", y en estos momentos la crisis económica es lo que ocupa las portadas de los periódicos, resaltó el actor.

"Vivimos en un país muy dividido" y la película muestra a personajes "con opiniones extrañas" con las que el actor no está forzosamente de acuerdo. Una apología del individualismo y del capitalismo que puede ser peligrosa.

Pese a ello, Pitt aseguró que "Estados Unidos es un país extraordinario, con muchas dimensiones", como la integridad o la justicia. Pero, agregó, "hay que proteger los ideales con cuidado", especialmente en el caso de los países más poderosos.

Un ecuador falto de estrellas

El 65 Festival de Cannes llegó el lunes a su ecuador. Hasta el momento, lo más destacado han sido las películas Amour, de Michael Haneke, y De rouille et d'os de Jacques Audiard, las interpretaciones de Jean Louis Trintignant y Emmanuelle Riva y la escasez de estrellas de peso.

La visita más aplaudida hasta la fecha había sido la de Roman Polanski, presente en el festival por partida doble, como protagonista de un documental sobre su reclusión domiciliaria en Suiza en 2009 y como realizador, para presentar la versión restaurada de Tess en un acto en el que estuvo acompañado por la protagonista del filme, Nastassja Kinski.

POr la alfombra roja también han paseado Marion Cotillard, Bruce Willis, Jessica Chastain, Mia Wasikowska, Edward Norton, Shia LaBeouf, Jane Fonda, Salma Hayek, Eva Longoria, Jackie Chan, María de Medeiros o el músico Nick Cave.

Pero faltaba una estrella del peso de Brad Pitt, sin duda el más esperado de este festival, que este martes por fin ha hecho su aparición..

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