Líbano, sin carreteras ni combustible, al borde de una crisis humanitaria

Las claves:
  • Israel ha dado orden de disparar contra cualquier vehículo que cruce el río Litane hacia el sur.
  • Los hospitales, a punto de cerrar por falta de combustible.
  • La ONU busca alternativas para la distribución de ayuda.
Un abuelo libanés llora después de que equipos de rescate hallaran el cuerpo sin vida de su nieto en Shiyeh, Beirut (Foto EFE/Assaad Ahmad)
Un abuelo libanés llora después de que equipos de rescate hallaran el cuerpo sin vida de su nieto en Shiyeh, Beirut (Foto EFE/Assaad Ahmad)
EFE/Assaad Ahmad
Un abuelo libanés llora después de que equipos de rescate hallaran el cuerpo sin vida de su nieto en Shiyeh, Beirut (Foto EFE/Assaad Ahmad)

Asfixiado por el bloqueo israelí, el Líbano está al borde de una crisis humanitaria de grandes proporciones, sobre todo en el sur, donde las organizaciones internacionales se aprestan a abrir una nueva ruta que permita subsistir a más de 22.000 personas.

Un objetivo que se antoja difícil y demasiado arriesgado, una vez que Israel advertiera hoy que disparará contra cualquier vehículo que se aventure más al sur del río Litani, que discurre a unos 30 kilómetros de la frontera.

Aviones de combate judíos lanzaron esta tarde miles de octavillas con esta advertencia sobre el sur libanés, donde las condiciones son ya desesperadas.

Inseguridad en las carreteras

"La situación es cada vez más desalentadora. Primero destruyeron el único puente que quedaba practicable. Ahora, nos amenazan. La situación allí abajo comienza a ser muy crítica", aseguró a Efe un responsable de la Cruz Roja libanesa.

La portavoz del Programa Mundial de Alimentos (PMA), Christiane Berthiaume, subrayó, por su parte, que la inseguridad y los daños que han sufrido algunas de las principales rutas del país en los últimos días han obligado a su organismo a examinar otros modos de hacer llegar la asistencia a las víctimas.

Berthiaume precisó que el antiguo puerto fenicio de Tiro está "totalmente aislado" del resto de Líbano y que la vía marítima parece la única alternativa viable para llegar hasta allí.

Además, al hecho de que tramos enteros de carretera hayan quedado intransitables tras los bombardeos judíos, se suma que los chóferes "cada vez tienen más reticencias para desplazarse hasta esa región", explicó.

Reconstruir puentes

El Programa Mundial de Alimentos (PMA) indicó, en la misma línea, que otra de las opciones que se barajan es que la Fuerza Interina de las Naciones Unidas para el Líbano (FINUL) reconstruya el puente del sur, aunque para ello trata antes de lograr garantías de Israel de que no serán atacados.

"Hasta el momento, no hemos conseguido estas garantías", dijo a Efe Amr Dawdi, doctor adscrito al PAM.

Pero no solo el fantasmagórico sur, escenario desde hace un mes de bombardeos diarios, comienza a agonizar.

La destrucción de puentes, viaductos y carreteras en el norte ha dejado sin suministro de combustible al país y en una posición muy complicada Beirut.

En la capital, es tarea casi imposible hallar una estación de servicio abierta y las pocas que todavía funcionan, solo suministran 20 litros de gasolina a los desesperados conductores, que esperan durante horas bajo el sol.

La mayoría de los libaneses, experimentados ya en los rigores de la guerra tras más de 25 años de permanente conflicto, comienzan a verse obligados a hacer uso de los bidones que pudieron acopiar durante los primeros días de esta nueva confrontación.

"Restrinjo al máximo nuestros desplazamientos. La gasolina no es únicamente para el coche. Tengo varios generadores para mantener la electricidad de mi casa y de mi comercio", asegura Goerge Jury, un comerciante del acomodado barrio de Hamra, en el centro de la capital.

Hospitales sin combustible

La situación es especialmente dramática en los hospitales, donde de seguir el asedio, deberán empezar a pensar en cerrar sus puertas a partir del próximo fin de semana.

"Tenemos pacientes de los que no sabes que futuro les espera. Su vida depende de máquinas que necesitan electricidad para funcionar", aseguró un doctor del hospital americano de Beirut.

El Líbano está a la espera de que la Fuerza Naval israelí ofrezca una garantía escrita de que no atacará exigida por dos petroleros que esperan para entrar en puerto con 87.000 toneladas de combustible.

Otra de las grandes preocupaciones es asegurar el alimento para el cerca de un millón de desplazados que se hacinan en escuelas y casas de familiares en Beirut, y en las verdes montañas del norte del país.

Hasta la fecha, el PMA ha conseguido repartir en el Líbano cerca de 404 toneladas de alimentos, suficientes para garantizar la comida a 130.000 personas durante una semana.

"El problema es cada vez hay menos gasolina y cada vez menos chóferes se aventuran a conducir. Algunos convoyes quedan bloqueados en la frontera con Siria, incapaces para poder avanzar", aseguró un portavoz de la Cruz Roja libanesa.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento