La organización agraria Asaja en Andalucía ha celebrado este viernes en Antequera (Málaga) una asamblea general en la que han participado un millar de agricultores que han reelegido como presidente para los próximos cuatro años a Ricardo Serra, quien ha urgido al ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, a que apruebe "cuanto antes" la Ley de la Cadena Alimentaria "prometida", un marco legal que "equilibre las fuerzas e impida el abuso de posición dominante de la gran distribución que está obligando a los agricultores a vender a pérdidas", y que constituye "el principal problema de la agricultura andaluza".

De esta manera, la lucha contra la "brutal" merma de renta que, en opinión de Serra, han sufrido los agricultores andaluces "en los últimos 20 años", y que "no se ha visto compensada ni por los precios de mercado ni por las ayudas de la Política Agraria Común (PAC)", es uno de los retos que el recién reelegido presidente de Asaja-A se ha marcado para los próximos cuatro años junto a la reforma de la nueva, "imprudente, innecesaria e inoportuna" PAC diseñada por la Comisión Europea.

Para lograr ese segundo objetivo, ha instado a Arias Cañete, y al consejero andaluz de Agricultura, Luis Planas, a que trabajen "conjuntamente con todo el sector" para modificar un documento que, en su opinión, es "disparatado", según ha informado la entidad en un comunicado.

La teoría del "enverdecimiento" que, a su juicio, marca dicha reforma, "toma un rumbo totalmente contrario al que marcan los grandes productores agrarios mundiales y la propia FAO, que advierten de la imperiosa necesidad de incrementar la producción en toda la superficie agraria disponible ante el incremento de población y de nivel de vida, especialmente en los países del sudeste asiático".

Según Serra, la nueva PAC "no puede introducir más incertidumbre en un sistema ya de por sí convulso", y, por eso, Asaja, tanto a nivel andaluz como nacional, ha enviado al Ministerio de Agricultura, a la Comisión y al Parlamento Europeo una serie de enmiendas a la propuesta que van en la línea de "evitar que se produzcan transferencias de renta entre regiones y entre agricultores, profundizar en una verdadera simplificación de la PAC, evitar que el enverdecimiento suponga mayores encarecimientos de la producción y pérdida de competitividad".

"importante merma" en las rentas de los agricultores

Igualmente, el reelegido presidente de Asaja-A, que ocupa dicho cargo desde 1992, ha atribuido a "la internacionalización de la agricultura, la apertura de fronteras y la entrada indiscriminada de productos de terceros países" la "importante merma" que han sufrido los agricultores en sus rentas, unas pérdidas que, según ha remachado, no se han visto compensadas "ni siquiera por la suma de las ayudas y los precios de venta de las producciones".

Frente a lo que ocurría en 1991, cuando "las principales producciones agrarias andaluzas alcanzaban unos precios en los mercados que generaban ingresos suficientes no sólo para garantizar la actividad de las explotaciones agrarias, sino incluso para permitir que el agricultor apostara por la inversión y la modernización", Serra ha lamentado que, veinte años después, el panorama sea "radicalmente distinto", en tanto que "la comercialización de las producciones difícilmente compensa los costes de producción".

Además, en la actualidad, según ha alertado el presidente de Asaja-A, "la mayoría de las explotaciones que aún no han tirado la toalla se mantienen con el complemento de renta que les suponen las ayudas de la PAC, que se constituyen en la vía más segura y estable de ingresos de las explotaciones, puesto que en la actualidad el 40 por ciento de los ingresos de las explotaciones depende de las ayudas de la PAC".

Y es que, según ha detallado Serra, el precio de venta en origen del litro de aceite de oliva virgen extra ha descendido de 1,80 euros en 1991 a 1,78 euros de 2012, cuando en el presente año, ha explicado, dicho producto debía venderse a 3,52 euros el kilo "si se aplicase el correspondiente incremento de la inflación".

"Análoga situación" se produce con el porcino ibérico, cuyo precio por arroba, que estaba en 1991 a 15,62 euros, debería estar en 2012 a 30,54 euros teniendo en cuenta el incremento correspondiente a la inflación de los 21 años que separan ambas fechas. Sin embargo, "se ha vendido a un precio que oscilaba, en el mejor de los casos, entre los 18 y los 22 euros por arroba".

Serra además ha subrayado que "los precios de los insumos no han dejado de subir en este periodo, y en algunos casos, como en el del gasóleo, la subida ha sido mucho mayor de la que le hubiera correspondido aplicando la regla del incremento de la inflación de estos 21 años". En concreto, ha explicado que el litro de gasóleo agrícola cuesta actualmente 1,02 euros, cuando costaba 0,30 euros en 1991.

Mensaje de "optimismo"

A pesar de las "dificultades de toda índole" a las que, en palabras de Serra, se enfrenta el sector agrario andaluz, el presidente de Asaja-A ha querido enviar un mensaje de "optimismo" basado en la idea de que "la agricultura va a ser más necesaria que nunca en Andalucía", región en la que se mantiene como "fuente de creación de riqueza y empleo pese a la crisis y al hundimiento de los precios en origen", y como "el principal dinamizador de la economía, especialmente en el entorno rural".

Junto a Ricardo Serra, al frente de Asaja-A se sitúan los presidentes de Asaja-Huelva y Asaja-Almería, José Luís García Palacios y Francisco Vargas Viñolo, respectivamente, como vicepresidentes, mientras que el secretario general de Asaja-Cádiz, Cristóbal Cantos Ruiz, continuará cuatro años más como secretario general de Asaja-A.

Ricardo Serra, ingeniero agrónomo y empresario agrícola, es también vicepresidente de Asaja-Nacional y representante de esta organización en Bruselas en el Comité de Organizaciones Profesionales Agrarias (COPA), órgano del que llegó a ser vicepresidente, siendo el primer español que lo lograba.