El subdirector general de Caja Rural de Asturias, Antonio Romero, ha afirmado este martes que la entidad financiera no tendrá necesidad de acceder a ningún tipo de ayudas ni tampoco tendrá obligación de fusionarse con otra compañía para cumplir los requerimientos del último decreto aprobado por el Gobierno central.

Según ha explicado en una rueda de prensa ofrecida en la sede de Caja Rural de Oviedo, Romero ha señalado, a falta de que lo confirme el Consejo, que la cifra que tendría que provisionar Caja Rural rondaría los 26 millones de euros. Su 'core capital' (ratio que indica la solvencia) bajaría del 15,6% al 15%, aún muy alejado a la línea de peligro que marca el supervisor.

No obstante, en lo que se refiere a las fusiones, Romero no ha descartado que en el futuro pueda producirse un proceso en el que el futuro de cajas rurales integrasen sus balances y tuviesen un consejo rector "único" y "profesionalizado" que dictase directrices comunes. No obstantes, Romero ha comentado que ya existe un aprovechamiento de las sinergias entre las distintas entidades.

"La Caja va bien", ha señalado Romero. Su opinión personal es que todo este proceso debería haberse hecho "con más tiempo y con menos premura, es decir, de una manera más ordenada".

Romero se ha referido a los datos relativos por Caja Rural de Asturias en 2011, cuando tuvo un beneficio neto de 13,59 millones de euros, un 1,43 por ciento más que en el ejercicio anterior. Y los del primer trimestre de 2012, en los que la entidad tuvo un resultado de 4,6 millones de euros, un 11,07% más que en el mismo periodo del año anterior. La tasa de morosidad está en el 6,39%.