El Gobierno de Melilla (PP) ha tenido que aumentar un 40,69 por ciento su partida para atender al incremento registrado en el número de beneficiarios del salario que otorga a familias sin ningún recurso debido al regreso de familias desde la Península por la crisis económica.

Según ha explicado la consejera de Bienestar Social, María Antonia Garbín, las familias que se han acogida al Ingreso Melillense de Integración (IMI), que supone una ayuda de 641 euros al mes durante seis meses, prorrogables durante un año, ha pasado de 460 a 650 familias, con una media de cuatro miembros cada una, "por lo que las personas beneficiarias en su conjunto son más de 3.000".

Garbín ha declarado que "nos gustaría poder hablar sólo de partidas en sanidad o salud pública, porque significaría que la de servicios sociales se ha eliminado porque ya no es necesaria, pero la realidad la marca la crisis económica".

Así, ha indicado que si el Gobierno local ha decido aumentar los presupuestos de su área en torno al 4,42 por ciento hasta llegar a los 22 millones de euros, "ha sido con el fin de poder atender al cada vez mayor volumen de personas que acuden en busca de ayuda a los Servicios Sociales".

Por último, la titular de Bienestar Social ha admitido que cuando una persona acude a los servicios sociales "es porque ya ha agotado todas las vías y ésta es la última puerta a la que llamar".