El Ayuntamiento de Logroño usará a partir de ahora agua no potable para el riego y baldeo de la ciudad, a través de varios pozos de agua subterránea recuperados y de la captación de agua de la línea de fangos de la ETAP. De este modo, se podrán sustituir unos 400.000 metros cúbicos de agua que se recogen de la red "por agua sin depurar".

Así lo ha explicado el concejal de Medio Ambiente, Jesús Ruiz Tutor, quien, esta misma mañana, ha visitado uno de los tres pozos recuperados, el ubicado junto a la parte trasera de la Concha del Espolón, que servirá para surtir de agua de riego a la zona centro, Casco Antiguo y zonas peatonales.

Tras una inversión de 6.000 euros, este pozo, como ha calculado el concejal, permitirá un ahorro de unos 6.000 metros cúbicos de agua, "una cantidad importante". Ruiz Tutor ha apuntado que "con estos pozos funcionando, todos los baldeos mecanizados y el riego de jardineras se hará con agua no potable".

La previsión municipal es contar con entre tres y cuatro puntos de pozos de aguas subterráneas, "en el interior de la ciudad", y con otros tres o cuatro puntos de captación de la línea de fangos que se genera desde la ETAP de Lardero, más en la periferia logroñesa.

"Esta iniciativa forma parte de un cambio de tendencia, donde se fomenta el ahorro", ha afirmado el concejal. En este sentido, ha incidido en que "vamos a poner en marcha un paquete de medidas con las que pretendemos ahorrar 1 hectómetro cúbico de agua, y eso es mucha cantidad".

En concreto, en el caso de los baldeos y los riegos, se cambiarán en torno a 400.000 metros cúbicos de agua ahora potable a no potable "que vendrá de los pozos, de La Grajera, de Iregua, del Ebro o de la línea de fangos".

En términos económicos, Ruiz Tutor ha calculado que se "podrán optimizar" en total unos 300.000 euros, "porque el coste de los bombeos de agua ahora mismo nos están costando ya 130.000 euros".