Mañana domingo, 20 de mayo, solemnidad de la Ascensión del Señor, el obispo de Zamora, Gregorio Martínez Sacristán, presidirá la eucaristía en la que será ordenado presbítero el joven diácono zamorano Santiago Martín, una ceremonia que no se producía en la capital desde hace cuatro años.

Esta celebración solemne, concelebrada por un gran número de sacerdotes de la Diócesis, tendrá lugar en la Catedral a las 18.00 horas, tal y como han confirmado desde el Obispado.

Santiago Martín Cañizares, nacido en 1984, es natural de Valcabado. Estudió en el colegio de su pueblo, y después pasó por tres centros educativos de la capital: el colegio 'San José', regentado por las Siervas de San José; el 'Sagrado Corazón de Jesús', de las Hermanas del Amor de Dios; y el Instituto 'Universidad Laboral'.

Después ingresó en el Seminario Mayor de Zamora, haciendo sus Estudios Eclesiásticos y la Licenciatura en Teología en la Universidad Pontificia de Salamanca. La etapa de formación pastoral la tuvo en la parroquia de San Torcuato de la ciudad de Zamora, donde fue ordenado diácono el 23 de mayo de 2010.

Con posterioridad, se incorporó a la parroquia de la localidad de Santovenia del Esla, donde ejerce actualmente su ministerio diaconal, junto con la Pastoral Juvenil de Benavente.

Desde el domingo, Santiago Martín será un nuevo sacerdote al servicio de la Iglesia diocesana de Zamora y el sábado 26 de mayo presidirá la eucaristía solemne de acción de gracias en su pueblo, a las 11.30 horas, lo que antiguamente se denominaba 'cantar Misa'.

CEREMONIA

El sacramento del orden, administrado por el obispo, tendrá lugar en el marco de la eucaristía de la solemnidad de la Ascensión del Señor. En la procesión de entrada el joven ordenando participará como lo que es entonces, aún diácono.

Tras la proclamación del Evangelio se hará la elección del candidato, que será llamado por su nombre. Después de la elección por parte del obispo, la asamblea cantará en acción de gracias.

Después de la homilía del prelado será el escrutinio, en el que Santiago será preguntado por su disposición a la predicación, la presidencia de los sacramentos, la oración por el pueblo, la unión con Cristo para salvar a los hombres, y la obediencia al obispo. A continuación, postrado el ordenando en tierra, toda la asamblea invocará a los santos con el canto de las letanías.

Una vez que el ordenado se levante, el obispo le impondrá las manos en silencio, como signo de transmisión del Espíritu Santo y de encomienda del ministerio sacerdotal. Tras el obispo, todos los presbíteros presentes impondrán igualmente en silencio sus manos sobre Santiago Martín.

Al terminar, el obispo pronunciará la larga oración consecratoria y, una vez concluida esta plegaria de ordenación, ungirá con el Santo Crisma las palmas de las manos del ordenado, que será revestido con los ornamentos sacerdotales: la estola al modo presbiteral y la casulla. Gregorio Sacristán le entregará la patena con el pan y el cáliz con el vino que serán presentados en el altar para su consagración, invitando al nuevo sacerdote a conformar su vida "con el misterio de la cruz del Señor".

El rito termina con el beso de la paz del obispo al nuevo presbítero, que continuará concelebrando por primera vez la eucaristía.

La última celebración de estas características en Zamora tuvo lugar hace casi cuatro años, en octubre de 2008, cuando el obispo ordenó sacerdotes a Fernando Lorenzo, párroco de las Unidades de Acción Pastoral de Valer y Sarracín de Aliste, Florentino Pérez, rector del Seminario Diocesano, y Luis Santamaría, párroco de la Unidad de Acción Pastoral de Muelas del Pan.