Y esas doscientas fotos son la respuesta al llamamiento de Obra Social Caja Madrid a los mayores de sesenta años, a los que instó a enviar fotografías familiares. Así, los participantes han hecho llegar algunos de los recuerdos familiares que habían quedado plasmados en fotografías y el resultado no ha podido ser mejor:  una entrañable vuelta al pasado para quienes se acerquen a esta exposición, que habría sido inviable sin la fundamental participación de los mayores, y que produce así un acercamiento entre generaciones que ayuda a entender mejor nuestro momento histórico, al contarnos cómo fue el pasado cercano.