El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, y el conselleiro de Economía e Industria, Javier Guerra, se han reunido en la tarde de este viernes con afectados por las preferentes, a los que han transmitido el compromiso del Gobierno gallego en la defensa de sus intereses.

En el encuentro, en el que estuvieron presentes todas las plataformas de afectados y asociaciones de consumidores, según destaca la Xunta, Feijóo les comunicó personalmente a los asistentes las posibilidades en las que tiene competencia el Ejecutivo autonómico "para intentar buscar la mejor solución a la problemática".

Así, el máximo mandatario gallego ha destacado la apuesta de la Xunta por la vía del arbitraje como "una de las mejores alternativas" y "compatible" con el resto, recordando que ésta tiene que contar con la "autorización de la Unión Europea". Además, se habló en la reunión de lo que supondría la posible capitalización del banco.

Asimismo, Feijóo ha recordado el trabajo que se está haciendo con la Fiscalía y la Comisión Nacional del Mercado de Valores en la presentación de demandas. El titular de la Xunta les ha expresado, por último, la solidaridad de todo el Gobierno "por la difícil situación que están atravesando las familias de los afectados".

También estableció la necesidad de mantener una "comunicación fluida" entre el Gobierno gallego y afectados, por lo que han quedado en mantener nuevos encuentros "con periodicidad" con el fin de "analizar los avances que se obtengan".

La reunión en la Xunta se ha producido después de que el pasado mes de abril unos 300 afectados por las preferentes se concentraran frente al Parlamento de Galicia y un grupo irrumpiera en el pleno de la Cámara autonómica exigiendo una reunión con el máximo mandatario gallego.

Fue el conselleiro de Economía quien, en los pasillos del Parlamento gallego, aquel día se dirigió a los afectados, a los que aseguró que la Xunta estaba trabajando para buscar soluciones a su conflicto y que cumple sus compromisos. Varios de los presentes pusieron en duda este extremo e insistieron en que querían hablar con el presidente, al que instaron "a dar la cara".