Tras asumir la concejalía de Residuos Sólidos el pasado mes de febrero, Mª Ángels Ramón Llin tiene la difícil tarea de gestionar la limpieza de toda la ciudad con 54 millones de euros, un 10% menos que el año pasado.

¿Cuántas quejas vecinales le llegan por falta de limpieza y qué respuesta van a darles?

Quejas siempre ha habido, y siempre las habrá dediquemos los millones que dediquemos. Vamos a reunirnos con cada una de las asociaciones de vecinos para que nos digan qué zonas están más sucias y necesitan una actuación especial. Habrá un vecino de cada entidad que vigilará la zona y estará en contacto con nosotros para avisarnos ante cualquier situación extraordinaria.

¿Cómo acabar con el problema de los excrementos caninos?

Tenemos 170 dispensadores de bolsas para que la gente recoja las deposiciones, pero muchos las roban. No podemos poner un policía controlando a cada ciudadano, así que hemos optado por una campaña de concienciación mediante anuncios y cartelería dedicado a este tema y a evitar que la gente tire basura fuera de los contenedores.

¿Instalarán contendores soterrados en centros históricos?

Estéticamente son muy interesantes, pero cuesta el doble recogerlos y vaciarlos y eso encarecería el servicio. No está descartado en  zonas turísticas del centro, pero ahora no es nuestra prioridad.

La tasa de basura ha tenido una fuerte contestación vecinal...

Es cierto y lo entendemos, pero la subida era necesaria porque el tratamiento de residuos tiene unos costes que no se cubrían. Aún así, es una tasa que paga en toda España y en la mayoría de ciudades pagan más que aquí.  Con todo, estamos trabajando para rebajarla el año que viene.