Segunda cacerolada en Barcelona frente a las dos torres de La Caixa

Las 'dos torres' de la Caixa
Las 'dos torres' de la Caixa
Las 'dos torres' de la Caixa

Unos 200 indignados han vuelto este jueves a protestar frente a la sede de La Caixa, situada en la avenida Diagonal de Barcelona, después de que los Mossos d'Esquadra desalojaran esta madrugada a los acampados ante esta entidad bancaria.

Al igual que hicieron entonces, los indignados del movimiento 15M han celebrado una cacerolada con todo tipo de objetos metálicos para protestar contra la banca, mientras que muchos conductores que pasaban por la zona se han sumado a las reivindicaciones haciendo sonar la bocina de sus vehículos.

Los indignados también han aprovechado los momentos en que los semáforos estaban en rojo para desplegar sus pancartas en los pasos de peatones de la transitada avenida barcelonesa.

En las pancartas, se han podido leer consignas contra los bancos como "No más tóxicos. Que nos devuelvan nuestro dinero" o "Pitale a la banca".

Del mismo modo que ocurrió el miércoles, la protesta ha sido vigilada por un gran despliegue de agentes de los Mossos d'Esquadra, que, sin embargo, esta vez no han vallado los accesos a las dos torres donde tiene su sede La Caixa.

Indignados ante el BCE

La policía alemana desalojó este jueves a los centenares de "indignados" concentrados en las inmediaciones de la sede del Banco Central Europeo (BCE) de Fráncfort y acordonó la zona para evitar nuevos intentos de acampada.

Las fuerzas del orden pusieron fin a la acción convocada bajo el nombre de "Blockupy" y con el objetivo de protestar contra el poder banquero y la vía de la austeridad representada por el gobierno de la canciller Angela Merkel. Las acciones se habían iniciado el miércoles por la noche, con intención de prolongarse hasta el sábado.

Las autoridades de Fráncfort habían dispuesto un contingente policial de unos 5.000 agentes, en previsión de incidentes con los manifestantes, especialmente los denominados "autónomos" o Bloque Negro de radicales dispuestos a la violencia. Los conatos de ocupación de las inmediaciones del BCE se iniciaron el miércoles, con unos 500 concentrados que fueron desalojados antes de caer la noche.

El jueves se concentraron de nuevo unos 600 manifestantes y hubo algunas escaramuzas con la policía en las operaciones de desalojo, a las que se sucedieron poco después nuevas sentadas masivas en puntos cercanos a la sede del BCE.

Fuentes policiales indicaron que hasta Fráncfort se habían desplazado al menos tres autocares con manifestantes procedentes de Berlín y Hamburgo, entre cuyo pasaje se detectó la presencia de grupos de "autonómos".

La convocatoria de acampada se extiende desde el miércoles al sábado, coincidiendo con el puente de la Ascensión (este jueves), festivo en Alemania. El mismo miércoles, el Tribunal Constitucional prohibió tales acciones y recordó que el veto quedaba vigente hasta el viernes para cualquier tipo de protesta en Fráncfort.

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