Viñedos que acarician el mar

Por su situación geográfica, el territorio español tiene un litoral que alcanza los 5.755 km2, con costas bañadas por los mares Mediterráneo y Cantábrico y por el Océano Atlántico al oeste. Muchos de estos terrenos regados por aguas saladas, son ideales para la producción de algunos de nuestros mejores vinos.

En un suelo arenoso y pobre del Valle de O Salnés (una de las cinco subzonas pertenecientes a la D.O Rías Baixas) se cultiva la variedad de uva Albariño. El lugar es ideal porque recibe una importante influencia atlántica con temperaturas medias suaves y altas precipitaciones.

Allí están los viñedos de Adega Condes de Albarei, que desde 1988 comenzaron una importante producción para que en 1991 obtuvieran la medalla de oro en el Challenge Internacional du Vin de Burdeos (era la primera vez que un vino blanco español lo conseguía).

El Albariño se ha convertido en uno de los vinos estandarte de nuestro país, y despierta gran admiración entre los viticultores. Así le ocurrió a Eladio Piñeiro quien aseguró, hace más de 25 años, que ese vino era “el mayor elixir que jamás había conocido” y que necesitaban comenzar a elaborarlo para sus fiestas más entrañables.

La Adega Familiar Eladio Piñeiro es otra bodega, ubicada en Pontevedra y sus instalaciones están siendo reformadas para crear un modesto hotel en el que los huéspedes podrán despertar entre viñedos y mar.

El cultivo de la vid llegó a Cantabria en tiempos de los romanos, sobre el siglo I D.C; pero en el siglo XIX las plagas acabaron prácticamente con su tradición vitivinícola (por suerte, hoy en día se han recuperado los cultivos). En Bodegas Vidular predominan los cultivos de Chardonnay y Albariño, este último se nutre de los suelos cerca del mar.

Hacia el este, en el País Vasco, las Bodegas Itsasmendi (en euskera significa mar y monte) combinan sus viñedos entre las laderas montañosas y las aguas del golfo de Bizkaia, con un patrimonio de 30 hectáreas. Se pueden programar visitas a través de su página web.

El Mediterráneo abraza la zona este y sur de España. En las Islas Baleares, en la costa norte de Menorca, Vinya Sa Cudia elabora su vino blanco seco con la variedad Malvasía (sometida a muchos días de vientos de Tramontana que alcanzan los 100 Km/hora). Se trata de una finca sostenible que se emplaza en el Parc Natural de S’Albufera d’Es Grau.

Finalizamos con Andalucía, donde las Bodegas César Florido tiene viñedos en Chipiona y Sanlúcar de Barrameda. En ellos se cultivan las variedades Moscatel y Palomino (con la que se elabora el famosísimo vino Manzanilla, un clásico entre los Vinos de Jerez).