El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TUE) ha declarado este jueves ilegal la norma francesa que impone una carga fiscal más elevada a los dividendos de origen nacional percibidos por fondos de inversión no residentes, como los del Banco Santander, que a los residentes. Esta legislación, señala la sentencia, restringe indebidamente la libre circulación de capitales.

El fallo da la razón a una denuncia presentada por diez organismos de inversión colectiva en valores mobiliarios no residentes en Francia, entre ellos dos del Santander y otros belgas, alemanes y estadounidenses.

Según la normativa fiscal francesa, los dividendos nacionales percibidos por los fondos de inversión no residentes en Francia están sujetos a una retención en origen del 25%, mientras que esos dividendos no son gravados cuando se abonan a un fondo residente. Los denunciantes calificaban esta diferencia de trato de discriminatoria.

En su sentencia de este jueves, el Tribunal de Justicia "considera que la normativa francesa constituye una restricción de la libre circulación de capitales, que en principio prohíbe el derecho de la Unión". En segundo lugar, el Tribunal de Justicia examina si dicha restricción puede estar justificada con arreglo a las disposiciones relativas a la libre circulación de capitales.

Su conclusión es que la restricción no está justificada por razones imperiosas de interés general ni tampoco por una diferencia de situación.