Desde el monte de San Pedro hasta el castillo de San Antón, ¡imagínate! Además, estos días también nos pasamos por la Ciudad Vieja para echar una mano en la Feria Medieval. Nos están sacando mucho provecho. [Risas]

¿Os reconoce ya la gente entre la multitud?

Hoy en día hasta nos paran para que los orientemos por la ciudad. Y nos preguntan de todo: desde el horario de los autobuses hasta el calendario de las mareas.

¿Se os ha picado algún ciclista por el Paseo Marítimo?

Nosotros tenemos que ir despacio, porque si no, no podríamos enterarnos de nada. Pero una vez nos persiguió un ciclista un buen rato: lo que quería era que le dejásemos el bombín para hinchar las ruedas.

¿Cómo se ve la playa montado en el sillín?

Estas jornadas están siendo tranquilas, porque se está cubriendo la costa de niebla bastante a menudo y eso hace que la gente se retire de la playa más temprano.

¿Envidiáis algo de los socorristas que vigilan a pie de playa?

No, el nuestro es un servicio muy cómodo. Además, nos gusta tanto la playa como andar en bici. Y eso hace que estemos muy contentos con este trabajo.

Y en caso de que percibáis una situación de riesgo, ¿cómo actuáis?

Estamos todos conectados por radio, así que si vemos cualquier situación así damos el aviso y se presentan nuestros compañeros en un momento. Aunque en el tiempo que llevamos, no hemos tenido que movilizarnos en ninguna ocasión.

Bio

Tiene 22 años, y lleva 5 de voluntario. Cuando buscaban a alguien para patrullar en bici, no se lo pensó dos veces.