El claustro del Museo Diocesano acogerá desde este viernes y hasta el domingo, en horario de diez y media de la mañana a ocho de la tarde, la feria de productos monacales 'Los Dulces del Convento: mercado de repostería y artesanía en los monasterios de clausura', promovido y organizado por el Museo Diocesano de Arte Sacro de Bilbao.

Según ha informado el museo, este año se han añadido otros tres monasterios andaluces especializados en "esos productos que solo se ven en el sur, como son las empanadillas de cabello de ángel, hojaldres variados, bizcochos de aceite, pestiños, bocaditos de yemas o pastelitos de batata".

La feria ofrecerá licores de hierbas, de fresa, de limón, de café, de bellota, de nueces, de canela, de crema catalana, de Chartreuse, "todos con la graduación justa para hacer una buena digestión después de comer, así como un elixir vegetal de 71 grados para los más atrevidos", ha destacado desde el museo.

Para los más pequeños habrá piruletas de chocolate, suspiritos, choconueces, pan de ángel, flores fritas y esponjitas. Los monjes cistercienses, que consagran su vida a la oración y el estudio, ofrecerán ciruela con pasas al orujo, pera al vino, naranja con chocolate, membrillo al café, mandarina al ron, manzana con menta, kiwi, pera con canela y cardamomo, limones y manzanas y manzana con caramelo, dentro de los 33 sabores diferentes que se podrán ver en la feria.

En cuanto al surtido de dulces, se podrán degustar perrunillas, princesitas, magdalenas, turroncillos, sobaos, rosquillas, mantecados, yemas, coquitos, almendrados, empiñonados, roscos, plum-cakes, hojaldrados, garrapiñadas, guirlaches, amarguillos, mostachones, mazapanes, tejas, saladillos, nevaditos, mantecadas, empanadillas de cabello de ángel, claritas, huesos de la garma, panecillos, copitos reales, turroncillos, lazos de hojaldre, mojicones, galletas, semáforos, alconadillas, castellanas, isabeles, bocaditos, bollos, lágrimas del destierro, palmeras, turquitos, tortas, mallorquinas, cortadillos, pestiños, delicias mejicanas, cuajados, bizcotelas, dulcehojas, cordiales, manchegos y pastas.

Los chocolates estarán representados por las hermanas de Álava, Barcelona y La Rioja, que ofrecerán, entre otros, naranjitos (naranja escarchada cubierta de chocolate, erizos (chocolate con trocitos de barquillo), rocas de Asís (chocolate con avellanas), trufas, brownies y frutas con chocolate.

Se podrán degustar también bizcochos marroquíes traídos desde Écija, las empanadas de bonito y los hornazos rellenos de ibéricos procedentes de Salamanca, los quesos fabricados por los cistercienses cántabros y siete clases diferentes de miel.

Desde Loiu y Elorrio llegarán tartas que se podrán encargar, entre ellas, la de brazo de gitano, milhojas, de chocolate, sacher, de limón, de San Ramón, de moka, de trufa, San Marcos, Selva Negra, mascota, Berri-Otxoa o de la casa. Los sabores de Africa estarán representados por el célebre Café procedente de la Abadía de Koutaba, situada en el lejano Camerún.

También de Elorrio llegará el milagroso ungüento cicatrizante para quemaduras y rozaduras, y junto a él podrán verse las cremas, jabones y colonias procedentes del convento de Chantelle (Francia) y de Armenteira (Pontevedra).

Con esta actividad el Museo Diocesano persigue los objetivos de dar a conocer al público vizcaíno la gran variedad de dulces y productos que se elaboran artesanalmente en los monasterios, puesto que muchos de ellos sobreviven gracias a esta actividad y, por otro lado, presentar al público la colección del Museo, que muestra obras desde el románico hasta el arte contemporáneo. Para ello, el museo pone a disposición de los visitantes visitas guiadas cada hora por el simbólico precio de un euro.