'Durero-Rembrandt-Goya' es el título de la exposición que acogen los espacios de La Lonja y Museo Ibercaja Camón Aznar de Zaragoza, hasta el 2 de septiembre, y en la que se pueden contemplar las obras de los principales maestros del grabado de la historia por lo que "constituye una oportunidad única e histórica".

Así, ha definido esta muestra el consejero municipal de Cultura, Educación y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Zaragoza, Jerónimo Blasco, quien ha precisado que es una exposición monotemática sobre grabado que permitirá al visitante disfrutar de 445 grabados de estos tres artistas.

Del total de los 445 grabados, 103 son obra de Durero, 68 están realizados por Rembrandt y los 244 restantes corresponden a Francisco de Goya, que además proceden de los fondos de Ibercaja, mientras que los grabados del alemán y el holandés son propiedad de un "coleccionista extranjero que prefiere estar en el anonimato", ha puntualizado Blasco. Se pueden realizar visitas guiadas.

La directora de la Obra Social de Ibercaja, Teresa Fernández, ha dicho que esta muestra "es de los tres artistas más importantes de la historia del grabado del mundo universal" por lo que los ciudadanos podrán realizar un "recorrido histórico" porque el grabado inicialmente surge como forma de comunicación y tras la implantación de la imprenta "se hace arte".

Fernández ha señalado que los tres son "referentes en su época y los tres han marcado historia". También ha destacado la colaboración de Ibercaja con el Ayuntamiento de Zaragoza en la "recuperación del progreso económico y social de la ciudad".

Además con esta exposición se pretende reivindicar la figura de Francisco de Goya para "sacar de nuevo su obra a la calle con otro discurso".

Por su parte, el jefe de Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza, Manuel Lasala, ha explicado que alemán Alberto Durero es una figura "capital" sobre las nuevas tendencias de la época del Renacimiento en Europa. Entre las obras que se exhiben ha citado las referidas a la Pasión de Cristo y otra muy singular por sus dimensiones de 2,40 metros de longitud, titulada 'Gran Carro triunfal de Maximiliano I'.

Sobre los grabados de Rembrandt ha dicho que es una figura crucial del Barroco (siglo XVII) y aunque inicialmente presenta influencias de Rubens y Tiziano "pronto destaca y aporta un nuevo modelo de componer".

Parte de la obra de Rembrandt de esta exposición es de temática religiosa como 'El Regreso del hijo pródigo' y en otra se pueden contemplar personajes pintorescos, como en el grabado 'Mujer tumbada' y otra serie de retratos como los que realiza a su madre y otros familiares, y personajes de la época.

"libertad y experimentación"

La responsable del Programa de Educación y Cultura de Ibercaja, Magdalena Lasala, ha subrayado en la oportunidad que constituye esta exposición porque "por primera vez permite ver la obra de los tres maestros del grabado juntos" por lo que ha deducido que "casi es una historia del grabado en el mundo".

Magdalena Lasala ha relatado como el grabado supone "una forma de divulgación y constituye una democratización del arte" y se ha centrado en la obra de Goya para destacar que al artista aragonés "tiene libertad para elegir el tema y la técnica lo que le permite experimentar y esta liberalización del grabado permite que los artistas se conozcan ante el gran público".

Para Lasala, Goya hace del grabado "un medio artístico de expresión y la experimentación hace que vaya probando con nuevos soportes.

Entre los grabados de Goya que nutren esta exposición figuran los 13 estampas inspiradas en la pintura de Velázquez; junto a los 80 grabado que conforman la serie 'Los Caprichos' realizados en aguafuerte y en aguatinta; los 82 de 'Los Desastres de la Guerra' en los que Goya relata la guerra desde el lado social entre 1810 y 1820 "y es lo que conmueve", ha añadido.

La sección de Goya se completa con los 40 grabados de 'Tauromaquia' en los que recrea los lances o acontecimientos de la fiesta de los toros. También constan los 22 grabados "oníricos" de 'Disparates' realizados también en aguafuerte y aguatinta y en su contenido Goya "retoma los temas de juventud y muestra que el paso de la vida deja huella.

Además, se pueden contemplar las 4 litografías de 'Los toros de Burdeos', fechadas en 1825 y que revelan el "afán de aprender de Goya y su espíritu indómito aún en la vejez", ha apostillado Magdalena Lasala.