La Guardia Civil de Valladolid ha detenido a una mujer con iniciales M.G.G, de 35 años, e imputado a su padre, J.A.G.I, de 70, ambos vecinos de Palencia y relacionados con una constructora, a los que se acusa de haber estafado cerca de 1.840.000 euros a empresas, bancos y un organismo público en distintas provincias de Castilla y León, en unos casos tras cobrar por obras no ejecutadas y en otros por trabajos sí realizados pero que eran cobrados por triplicado, según informaron a Europa Press fuentes del Instituto Armado.

La operación, denominada 'Garrotazo', se inició a principios del pasado mes de abril, cuando la Fiscalía de Valladolid acordó que se incoaran diligencias a raíz de una denuncia recibida en la que se reflejaba la falsificación de varias facturas emitidas al ayuntamiento de una localidad próxima a la capital vallisoletana.

La investigación se desarrolló en dos fases, la primera consistió en recabar los datos e indicios necesarios para confirmar los hechos denunciados por el citado ayuntamiento y la segunda en identificar a los autores del hecho, para posteriormente entregar las primeras diligencias de Investigación a la Fiscalía de Valladolid.

Tras tener conocimiento de las víctimas de las estafas, ayuntamientos de las provincias de Valladolid, León y Burgos, un organismo público, así como cinco entidades bancarias, la Guardia Civil se centró en identificar a la persona encargada de realizar todos los tramites burocráticos, en concreto una mujer relacionada con una empresa de obra pública y construcción de Palencia y que ostentaba el cargo de apoderada de la misma.

Una vez los agentes de la Unidad orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Valladolid avanzaron en sus investigaciones se constató cómo un ayuntamiento de Valladolid, con fecha 20 de enero de 2012, había recibido tres facturas falsificadas por valor de 22.300, 24.624 y 32.850 euros, respectivamente, todas ellas emitidas por una empresa dedicada a obras públicas en concepto obras que ese consistorio no había realizado. Dichas facturas estaban negociadas y cobradas en tres entidades bancarias diferentes de Palencia.

La Guardia Civil, en sus investigaciones, con toma de declaración a los directores de sucursales bancarias, así como a víctimas de los ilícitos penales, descubrió cómo a las entidades bancarias les habían endosado numerosas facturas falsificadas por obras no realizadas e incluso el caso de algún trabajo ejecutado que había sido cobrado hasta en tres ocasiones en distintas entidades, todo ello por un montante global de 1.840 212 euros a nombre de tres ayuntamientos de Valladolid, Burgos y León y de un organismo público

Finalmente, la Guardia Civil de Valladolid detuvo a una mujer con iniciales M.G.G, de 35 años y vecina de Palencia, e imputó a su padre, J.A.G.I, de 70, ambos vecinos de Palencia, como autores de ocho delitos de falsificación y doce delitos de estafa.