Rudi admite que el PP quizá no ha sabido explicar "con claridad" el "punto de destino" de sus medidas

Aboga por reordenar competencias pero no cree que sea "el momento más adecuado" para una reforma de la Constitución
Luisa Fernanda Rudi
Luisa Fernanda Rudi
EUROPA PRESS
Luisa Fernanda Rudi

La presidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, ha entonado este miércoles el "mea culpa" y ha admitido que quizá el PP no ha sabido explicar "con claridad" las medidas que está adoptando. "Debemos no tanto explicar lo que nos pasa sino lo que vamos a hacer", ha sostenido.

Durante su intervención en un desayuno informativo organizado por ABC, Rudi se ha mostrado como una firme defensora de cumplir con el objetivo de estabilidad y aplicar las reformas necesarias para salir de la crisis económica, pero ha insistido en la necesidad de explicarlas a la ciudadanía para ofrecer el proyecto del PP como "un punto de encuentro de una España justa y abierta".

La presidenta de Aragón ha defendido que es "indispensable" explicar la situación que heredó el PP a su llegada al Gobierno para comprender "qué hacemos y por qué". "Pero el punto de partida no puede confundirse con el punto de destino que quizá, entono el mea culpa, no hemos sabido explicar con claridad", ha reconocido.

En este contexto, ha eludido responder a si el Ejecutivo de Mariano Rajoy está incurriendo en esta falta de explicación, pero ha explicado que "el Gobierno está tomando más decisiones que nunca y las está tomando con la urgencia imprescindible que requiere la situación".

"Seguramente hacer las dos cosas a la vez es complicado", ha reconocido sin querer ahondar más en la explicación, aunque ha recordado que "vender noticias buenas es sencillo y explicar las complicadas lo es menos".

Rudi ha insistido en la necesidad de acometer las reformas necesarias siempre con un proyecto claro de dónde se quiere llegar y ha sostenido que las medidas del Gobierno deben "hacer de la palabra justicia su razón". Dentro de este objetivo ha incluido iniciativas ya tomadas por el Ejecutivo como la reforma laboral, las de la educación y la sanidad o el objetivo de austeridad.

Para ella, el argumento de estas medidas no debe consistir sólo en señalar el pasado y mostrar el futuro, sino que debe "señalar el camino" entre estos dos puntos, y esto también puede hacerse desde las comunidades autónomas, que deben tener claro que "España es la solución y no el problema".

Reforma del estado autonómico

Por ello, ha apostado por "poner fin" a lo considera una "absurda ambición de autosuficiencia local" y, aunque ha realizado una cerrada defensa del Estado autonómico, ha explicado que esto no quiere decir que no requiera "ajustes" y analizar sus disfunciones para tratar de corregirlas.

A su juicio, el problema no viene tanto de la estructura autonómico sino de la mala gestión de algunos políticos, ante lo que ha reivindicado la "lealtad institucional" y un Estado autonómico "debidamente ordenado y modernizado". Dentro de esta lealtad institucional, además de los nacionalistas, ha incluido a las comunidades ahora gobernadas por el PSOE que han anunciado su rechazo a las medidas del Gobierno: "Para lo que no deben servir las comunidades autónomas es para hacer oposición al Gobierno central, nos haríamos un flaco favor".

La presidenta aragonesa ha subrayado que, "cuando las cosas se van construyendo poco a poco, hay un momento en el que hay que pararse y pensar" y ella considera que "estamos en ese momento", ante lo que ha insistido en la necesidad de "reordenar" el marco competencial.

Sin embargo, ha rechazado que para hacerlo sea necesario reformar la Constitución —"no lo creo necesario y no creo que sea el momento adecuado"— y ha defendido que "en época de turbulencias no hacer mudanzas" porque "abriríamos nuevas brechas o problemas". El objetivo ahora es, según ha remarcado, salir de la crisis y reordenar competencias para eliminar duplicidades, y no abordar una reforma de la Carta Magna.

En cuanto al debate sobre estabilidad presupuestaria o crecimiento económico, Rudi lo ha calificado como "falso dilema" y ha sostenido que un modelo de crecimiento económico "sólo puede asentarse" sobre una austeridad "razonable e inteligente", ante lo que ha rechazado que el ganador de las elecciones en Francia, François Hollande, pueda "cambiar la realidad".

Según ha advertido, la experiencia indica que el "abandono" del pacto de estabilidad condujo a la crisis, el desempleo y la deuda; mientras que las políticas equilibradas permiten "crecer, mantener las oportunidades y una sociedad más justa".

REFORMISMO,

Lo contrario de populismo

Las últimas elecciones celebradas en Europa indican, a juicio de la presidenta de Aragón, un crecimiento del populismo —"que obedece al miedo y la inseguridad"— y ha ofrecido un proyecto nacional "atractivo" como "el mejor antídoto" a estos proyectos "que pueden envenenar la convivencia en sociedades democráticas".

Según ha expuesto, Aragón está aplicando unas políticas que le permitan cumplir con el objetivo de déficit previsto y "en todo momento explicando el objetivo final", que no es la austeridad por sí misma sino "una sociedad mejor". "La austeridad tiene un sentido final que hay que explicar —ha reivindicado—. Somos los buenos de esta historia y tenemos que hacerlo evidente, el reformismo es lo contrario del populismo".

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