El alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, considera "absurdo" hablar de contraprogramación a la manifestación del movimiento 15M por la celebración de un concierto de la tuna este sábado, 12 de mayo, que coincidió con el fin de la protesta en la Plaza Mayor.

León de la Riva, que ha asistido a los actos en honor a San Isidro, ha reconocido que hubo un "fallo" al no haber informado negativamente de una manifestación que iba a terminar en la Plaza Mayor, al tiempo que ha recordado que siempre ha habido festejos en este espacio durante la celebración de San Pedro Regalado, ya sea la víspera o el propio 13 de mayo.

Aún así, el alcalde ha aclarado que estaba anunciado que la manifestación llegaba a las 20.00 horas a la Plaza, donde se leería un manifiesto, y el concierto de la tuna estaba previsto a las 20.30 horas, cuando se inició.

"Quien haya querido ver otra cosa se equivoca", ha añadido el primer edil, quien ha asegurado que no da más trascendencia al asunto, aunque ha aclarado que ha dado "instrucciones" para "extremar el celo" y evitar este tipo de "interferencias".

Francisco Javier León de la Riva ha insistido en que el Ayuntamiento no contraprograma sino que organiza las fiestas, que "es su competencia", y utiliza como lugar "ideal" la Plaza Mayor, donde siempre se han celebrado estos actos.

Fiesta de san isidro

El alcalde se ha expresado así durante los actos organizados en honor a San Isidro Labrador, que han tenido como actividad principal una misa en la ermita del santo, a los que ha asistido "de forma ininterrumpida" los últimos 20 años, incluso cuando en el vino "se separaba a hombres y mujeres", aunque alguna vez ha "fallado" por algún compromiso.

En este marco, ha recordado las inversiones "muy importantes" que ha hecho el Ayuntamiento en el entorno del Páramo de San Isidro y ha incidido en cómo estaba esa "campiña", a la que ahora se pone la "guinda" con una nave que acogerá el Museo de los Aperos, una "vieja reclamación" de la gente del campo.

A este respecto, ha recordado que en el propio jardín de la ermita había aperos de labranza, unos auténticos y otros reproducciones, y era una reclamación que había que "echarles una mano", por lo que el Ayuntamiento ha puesto el continente y ahora otros lo tendrán que llenar, que es "lo que están haciendo".