La FECAV considera "injustificado" el cierre de La Pereda y ve "justificadas" las sospechas de especulación

La Federación Cántabra de Asociaciones de Vecinos (FECAV) considera "injustificado" el cierre de la residencia de ancianos de La Pereda decidido por el Gobierno regional, y cree que la forma en que se está tratando este asunto por parte del Ejecutivo "levanta justificadas sospechas de operación especulativa".

La Federación Cántabra de Asociaciones de Vecinos (FECAV) considera "injustificado" el cierre de la residencia de ancianos de La Pereda decidido por el Gobierno regional, y cree que la forma en que se está tratando este asunto por parte del Ejecutivo "levanta justificadas sospechas de operación especulativa".

En un comunicado, la FECAV señala que el Gobierno "no puede jugar" con la vida de los ancianos "desarraigándolos" de su entorno inmediato y tratarlos "como si fueran un producto comercial que se almacena en cualquier sitio", sin "otro justificante" que la, a su juicio, "no demostrada" inseguridad de las instalaciones.

Para la Federación, si tal inseguridad existiese "se debería justificar que el asunto es irreparable" y opina "que, salvo declaración de ruina inminente, no parece haber problemas técnicamente irresolubles".

La FECAV sostiene que parece "una cuestión de risa" utilizar como justificante de una decisión "tan arbitraria", los problemas de seguridad, "no demostrados bajo ningún informe técnico", insiste. De ahí que, "todo apunta", a su juicio, a que "el único aspecto peligroso" que presenta el edifico es su "magnífica ubicación" y "lo tentador de sus expectativas económicas de privatización".

Según la Federación, "no es cuestión despreciable" a tener en cuenta, la "casualidad" de que el Ayuntamiento de Santander esté promoviendo una residencia en la zona de Cueto, que será de gestión privada, y que "se haya ofrecido de inmediato" para cubrir en parte la necesidad de plazas para los residentes de La Pereda.

Considera además que se debería de tratar con "más respeto" a los trabajadores, y no "como meros productos que se trasladan de un lugar a otro sin poder opinar sobre su situación".

La FECAV concluye que "nada" justificaría este cierre en circunstancias normales, y "mucho menos" en esta situación de crisis económica, de forma que un edificio "muy valioso" y que está cumpliendo una "gran labor social", sea demolido y en su lugar levantado otro "cuyo único valor será el que obtengan los especuladores".

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