"Ganamos, él perdió", dice en el juicio una superviviente de la masacre perpetrada por Breivik

Breivik, en un momento de la sesión de este lunes del juicio en Noruega.
Breivik, en un momento de la sesión de este lunes del juicio en Noruega.
EFE
Breivik, en un momento de la sesión de este lunes del juicio en Noruega.

Frida Holm Skoglund, superviviente de la matanza en el campamento de las Juventudes Laboristas en la isla noruega de Utøya, en la que murieron 69 personas, dijo este lunes que el ultraderechista y autor confeso de los asesinatos, Anders Behring Breivik, había salido derrotado.

"Ganamos. Él perdió. La juventud noruega sabe nadar", dijo Skoglund durante el juicio contra Breivik en un tribunal de Oslo. Skoglund fue herida de bala en el muslo pero pudo lanzarse al agua del fiordo y fue rescatada por un bote, según la transcripción de su testimonio durante el juicio contra Breivik difundida por la televisión pública NRK.

Breivik había dicho hace unas semanas durante su declaración que su objetivo era matar a todos los asistentes al campamento, cerca de 600, provocando el terror y usando el agua como "arma de destrucción masiva", ya que esperaba que muchos se ahogaran víctimas del pánico.

Skoglund, la única testigo que hasta ahora ha pedido declarar sin la presencia en la sala del acusado, relató cómo vio desde al agua a éste, disfrazado de agente de policía, matar a varios jóvenes en la punta sur de la isla, además de gritarles: "Parad, volved". La joven sobrevivió cerca de una hora en el agua pese a la herida de bala en el muslo, complicada por una lesión anterior en la rodilla, y a sufrir ataques de asma, que provocaron que estuviera a punto de ahogarse varias veces, según confesó.

Su testimonio fue uno de los cinco de los supervivientes de Utøya heridos en la masacre y que este lunes comenzaron a declarar en la quinta de las diez semanas de duración prevista del juicio. Otro de ellos fue Marius Hoft, de 18 años, quien ya había empaquetado todo para volver a casa con su mejor amigo, cuando los sorprendió los disparos indiscriminados, lo que hizo que emprendieran la huida por la isla.

Tras esconderse un rato debajo de un camino, fueron "saltando" sobre varios cadáveres y decidieron escalar una pared rocosa para tratar de ocultarse del ultraderechista, de 33 años. "Cuando estoy escalando hacia la derecha, puedo escuchar unos sonidos y mi amigo cae al vacío. No hizo ningún ruido al caer", declaró Hoft, quien lloró "sólo medio minuto", porque pensó que tenía que aguantar "hasta haber sobrevivido".

"Me quieren hacer pasar por enfermo"

En el hueco justo para poder entrar de pie, permaneció varias horas antes de ser rescatado, y desde su puesto, sin poder hacer ruido para evitar ser descubierto, vio cómo Breivik mataba a otros. Silja Kristianne Uteng fue herida de bala en el antebrazo, pero eso no le impidió cruzar a nado hasta la costa, junto con otros jóvenes, que se iban "animando" unos a otros mientras nadaban.

Lars Grønnestad sobrevivió escondido junto a una roca, donde se había refugiado tras recibir un tiro por la espalda que le perforó parcialmente el pulmón y que estuvo a punto de causarle la muerte. El tribunal anunció que estudiará transmitir las declaraciones de algunos expertos, como personal sanitario que ha atendido a Breivik, algo a lo que éste se opone.

"Pienso que es totalmente inaceptable que mi explicación ideológica fuera censurada por completo y que las explicaciones de los psiquiatras sean transmitidas. Esto va a crear un desequilibrio y contribuirá a hacerme parecer un enfermo", afirmó el acusado. Breivik, quien confesó haber matado a 77 personas en un doble atentado, lucha por no ser declarado un enfermo mental y evitar una condena a un hospital psiquiátrico, que él considera que sería una "humillación".

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