Cuando Kirk Douglas y Burt Lancaster se rieron de los Oscar (en los Oscar)

En la gala de 1958, el actor de 'Espartaco' y su amigo se metieron con los nominados a mejor actor en un número musical inolvidable.
Cuando Kirk Douglas y Burt Lancaster se rieron de los Oscar (en los Oscar)
Cuando Kirk Douglas y Burt Lancaster se rieron de los Oscar (en los Oscar)
Cuando Kirk Douglas y Burt Lancaster se rieron de los Oscar (en los Oscar)

La muerte de Kirk Douglasen plena temporada de premios, ha caído como un jarro de agua fría entre los cinéfilos, y seguramente también entre quienes preparan el in memoriam de los Oscar 2020Aparte de alterar a última hora el montaje videográfico de rigor, la Academia de Hollywood tendrá que reconocer una verdad bochornosa. Porque Kirk Douglas, uno de los mejores actores de su generación y protagonista de filmes míticos, fue uno de esos intérpretes que se quedan para el premio honorífico: si bien nominado tres veces, por El ídolo de barro, Cautivos del mal El loco del pelo rojo, tuvo que esperar a 1996 para llevarse una estatuilla de consolación.

Aquella aparición de Kirk Douglas, subiendo al estrado tan pancho pese a haber sufrido un ictus el verano anterior, resulta emocionante. Pero ahora no vamos a hablar de ella. Porque el actor de Espartaco era también amigo y compañero de Burt Lancaster, otro icono de la pantalla sin suerte con las estatuillas. Y en los Oscar de 1958, ambos aprovecharon para cachondearse de esa situación… en la propia gala de los Oscar, y con un sketch que le sacaba los colores a los premios de la Academia.

It's Great Not To Be Nominated, se titulaba el número musical interpretado por los dos actores. Y, aunque Douglas y Lancaster iban justitos de cante y baile, la cosa funcionaba, porque su tema eran esas estrellas condenadas a quedarse año tras año en el patio de butacas, fingiendo estar contentos de su situación mientras les come el resentimiento. "El mejor papel de vuestras vidas es el que estáis interpretando esta noche", cantaban los muy tunos antes de pasar revista a los candidatos de aquel año. Y qué candidatos, oigan.

Para empezar, ambos se metían con el acento de Marlon Brando, que parecía verle la gracia al chiste: será porque Sayonara, el filme por el cual estaba nominado, le parecía bazofia. "Si gana ese, me corto el cuello", decía Lancaster de Tony Franciosa (Un sombrero lleno de lluvia). Charles Laughton (Testigo de cargo) le llamaban gordo (cosa que era). La nominación de Anthony Quinn (Viento salvaje) se debía, afirmaban, a que los académicos estaban demasiado ocupados fijándose en Anna Magnani. Y a Alec Guinness, que ganó por El puente sobre el río Kwai, le tildaban de inglés antipático y estirado (cosa que también era).

En 1961, Lancaster ganaría su primer y único Oscar por El fuego y la palabra, mientras que Kirk Douglas, como ya hemos dicho, se quedó para el honorífico. Así pues, si los productores de la gala de los Oscar están preguntándose ahora mismo cómo pueden rendir tributo al gran Kirk, podrían repetir este número, pero con chistes actualizados. Seguro que lo de Ricky Gervais en los Globos de Oro se quedaría en nada.

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