Las empresas de Castilla y León han advertido de su situación "incierta y crítica" aunque se muestran a la expectativa ante las últimas reformas del Gobierno de la nación. Esta es la principal conclusión de la Encuesta de Opiniones Empresariales en Castilla y León según la cual el indicador de clima empeoró en todos los sectores productivos en relación con el trimestre anterior, aunque los empresarios del sector industrial y de servicios se muestran "moderadamente optimistas" para los próximos meses.

Según ha explicado a Europa Press la patronal castellanoleonesa, Cecale, las opiniones empresariales están en sintonía con los indicadores macroeconómicos ya que apuntan hacia una "muy leve mejoría", que "podría deberse a la situación de expectativa que existe ante la efectividad que tendrán las reformas planteadas por el Gobierno para mejorar situación y avanzar en la necesaria recuperación económica y del empleo".

En función de los datos de la Encuesta de Opiniones Empresariales, el sector de la construcción sigue siendo el que está acusando la crisis "más profundamente" aunque destacan también los "importantes descensos" de actividad registrados tanto en la industria como en los servicios, "lo que supone un deterioro generalizado del barómetro económico".

Para Cecala, tal y como se refleja en las opiniones empresariales la situación exige que se adopten con urgencia medidas no solamente estructurales que permitan reactivar la economía sino también "actuaciones muy concretas de carácter coyuntural para inyectar liquidez y cierto optimismo al mercado al menos a corto plazo".

En concreto, el empresariado reclama que las recientes reformas adoptadas por el Gobierno vayan acompañadas de medidas que impulsen la actividad económica, "incidiendo primero en la necesidad de que circule el dinero, tanto para la inversión productiva como para el consumo, además de generar confianza para el restablecimiento de un adecuado posicionamiento institucional de España en el exterior".

Según la patronal, estas medidas también deberían ir acompañadas de otras que permitan aumentar la productividad de las empresas y, por tanto, su grado de competitividad.

Para ello, Cecala ha abogado por restablecer la apuesta por la I+D+i, buscar fórmulas público-privadas que permitan impulsar de nuevo la intensidad de la inversión en infraestructuras, profundizar en adecuar el binomio universidad - empresas desde los inicios de la educación obligatoria e incidir en la mejora de la eficiencia en la gestión de los servicios públicos, contando para ello con la colaboración de la iniciativa privada.