Cruz Roja Española sigue repartiendo comida, medicamentos, ropa y material de primera necesidad a 400 lorquinos afectados por los terremotos del pasado 11 de mayo de 2011, un año después de la catástrofe. Son los damnificados más vulnerables y su número, curiosamente, ha aumentado progresivamente por la situación límite de asfixia económica, paro y necesidad.

Cruz Roja cubre las necesidades más prioritarias de estas familias, como la alimentación, el calzado, el vestuario, los recibos de luz, fármacos, alquiler y ayudas a la adquisición de ortopedía o gafas, cuya atención supone un gasto de entre 6.000 y 8.000 euros mensuales, según explica a Europa Press el vicepresidente de la Asamblea local de Cruz Roja en Lorca, Paco Quiñonero.

El número de familias vulnerables aumenta porque en Lorca se suman "la situación crítica que vive todo el país y el efecto de los terremotos, que ha hecho perder a mucha gente su vivienda o su comercio". Mientras tanto, las necesidades "son las mismas", y la entrada de recursos "es nula".

Este reparto de ayuda prioritaria no es más que uno de los muchos programas que Cruz Roja ejecuta desde la fecha de los fatídicos terremotos. Por ejemplo, la ONG impulsa la construcción de alojamientos temporales, el pago de alquiler o hipoteca a damnificados, el alojamiento en hostales, los recibos de agua y luz, transporte público o escolar, becas de formación, guarderías, pequeñas reparaciones y un primer sueldo para quienes esperan el cobro de la prestación por desempleo.

Asimismo, esta ONG ayuda a los damnificados en la adquisición de mobiliario y electrodomésticos, realiza escuelas de verano para la población infantil y juvenil de las familias afectadas, ofrece información y asesoramiento para las personas que han perdido su empleo y construye alojamientos temporales para familias sin vivienda, entre otras muchas cosas.

Con todos estos programas, Cruz Roja ha atendido en total a 10.152 personas desde la fecha de los terremotos, —casi el 10 por ciento de la población lorquina— para lo que ha destinado 1,47 millones de euros que ha extraído de las aportaciones realizadas por empresas y particulares a la cuenta solidaria que la ONG puso en marcha tras los seísmos, y que recaudó cuatro millones de euros.

De esta forma, Cruz Roja ha agotado ya prácticamente la mitad de los cuatro millones de euros recaudados en este fondo. Quiñonero explica los fondos restantes permiten continuar actuando un año más al mismo ritmo de asistencia gracias a la "racionalización selectiva" que se ha llevado a cabo hasta ahora para llegar a "los más vulnerables". De todas formas, especifica que los recursos "son limitados y, por lo tanto, insuficientes", por lo que solicita a la sociedad "que incremente su solidaridad".

Fase de emergencia

La intervención de Cruz Roja se remonta a la propia tarde en la que tuvieron lugar los terremotos. De forma inmediata, esta ONG puso en marcha la fase de la emergencia, realizando una labor de atención y clasificación de afectados, prestando apoyo psicológico, instalando albergues de alojamiento provisional con capacidad para 2.000 personas y distribuyendo material de emergencia, alimentación y vestuario, así como más de 12.000 sacos de dormir y mantas.

Para ello, Cruz Roja recibió el día del terremoto recursos materiales y humanos de toda la geografía nacional, y contabilizó en la primera semana la ayuda de más de 1.000 voluntarios de toda España, lo que, en palabras de Quiñonero, supone un movimiento "sin precedentes", teniendo en cuenta que es la mayor catástrofe urbana desde la Guerra Civil Española.

Además, Cruz Roja Española instaló cuatro hospitales de campaña, un centro logístico para emergencias y desplazó a Lorca más de 200 vehículos, entre ambulancias y vehículos de transporte adaptado. Más de 6.000 personas se beneficiaron de esta ayuda inmediata, consistente en el suministro de abrigo, higiene, albergue, alimentación, intervención psicosocial y asistencia sanitaria, que supuso un gasto de casi un millón de euros para Cruz Roja.

Programas de ayuda ya ejecutados

Una vez finalizada la fase de emergencia, la institución humanitaria puso en marcha diferentes acciones para atender las necesidades de la población, atendiendo a los damnificados y con la intervención en los campamentos habilitados para la población sin hogar.

Entre los proyectos ejecutados, por ejemplo, Cruz Roja invirtió 329.700 euros en la construcción de 30 casas prefabricadas temporales para satisfacer las necesidades de vivienda de 60 vecinos del barrio de San Fernando que se quedaron sin domicilio y que estaban en el campamento de La Torrecilla o realojadas en viviendas de familiares o amigos.

Asimismo, la organización humanitaria invirtió casi 45.000 euros en facilitar, de forma transitoria, las prestaciones y servicios a las personas afectadas por el terremoto para cubrir sus necesidades básicas, como la compra de enseres, alimentación, vestuario, medicamentos y reparación urgente de la vivienda.

Cruz Roja también ha ejecutado un programa denominado 'Vuelta al cole', para el que ha gastado 117.000 euros con el fin de facilitar a casi 1.300 niños y jóvenes el material escolar necesario para fomentar su integración en los centros educativos, el transporte escolar y la realización de actividades lúdicas y formativas en los tres meses previos a la vuelta al colegio.

La institución también llevó a cabo en Lorca una escuela de verano para un centenar de niños y jóvenes, orientado a incentivar sus capacidades y valores necesarios para su educación, ya que las instalaciones lúdicas y deportivas de diferentes barrios resultaron dañadas.

Su éxito fue tal que la ONG va a repetir la experiencia en 2012 porque, según Quiñonero, las condiciones "no son mucho mejores" y la distracción y el ocio de estos niños que se ha visto tan gravemente afectada "es importante".

Acciones en desarrollo

Cruz Roja tiene otros diferentes proyectos presupuestados, como el servicio de orientación laboral 'Cre-orient@lorca', que facilita información y asesoramiento a quienes han perdido su empleo y que, en la mayoría de los casos, carecen de apoyos para afrontar la situación. Hasta ahora, 600 personas se han beneficiado de este servicio, para el que hay presupuestados 70.000 euros hasta finales de 2013.

La institución también ha reservado 48.000 euros hasta finales de 2013 para impartir formación complementaria a 180 personas con la intención de ampliar su currículum para facilitar la búsqueda de empleo.

Además, la ONG abrió hace tres meses un Centro Integral de Acción Social, que es de los pocos que Cruz Roja tiene en España, y que atiende exclusivamente las necesidades emergentes de más de 1.500 damnificados, a los que ofrece terapias grupales de ayuda psicológica y cursos instructivos de medidas a tomar en caso de terremoto, añade.

Aquí trabajan un grupo de trabajadores sociales, voluntarios y psicólogos que están dedicados en exclusiva a los damnificados con un trato más cercano y con el que es más fácil llegar "a los colectivos más vulnerables de la sociedad", añade el vicepresidente.

Otro de los programas más destacados es el denominado 'Regreso a casa', que consiste en el reparto de ayudas entre las familias vulnerables damnificadas para la adquisición de mobiliario y electrodomésticos cuando se reconstruyan sus viviendas. Para este fin, la ONG prevé gastar 400.000 euros en ayudar a mil personas a lo largo de 2012 y todo 2013.

Quiñonero explica que hay personas que han necesitado ayuda para comprar colchones, electrodomésticos, lavavajillas o frigoríficos, porque muchas familias que antes estaban integradas solo por tres o cuatro miembros, ahora se han tenido que incorporar otros familiares que se han quedado sin vivienda.