Crecen las especulaciones en Europa sobre una posible salida de Grecia de la zona euro

Fotografía de archivo del Partenón en la Acrópolis de Atenas (Grecia) con una bandera de la Unión Europea.
Fotografía de archivo del Partenón en la Acrópolis de Atenas (Grecia) con una bandera de la Unión Europea.
Orestis Panagiotou / EFE
Fotografía de archivo del Partenón en la Acrópolis de Atenas (Grecia) con una bandera de la Unión Europea.

Grecia intenta formar Gobierno a la desesperada para no seguir al borde de la ingobernabilidad. Los escollos son dos, y están muy relacionados. En primer lugar, el político, porque después de una semana infructuosa para formar un nuevo Gobierno de coalición, el presidente de la República helena, Carolos Papulias, se reúne por enésima vez con los líderes de varios partidos políticos para intentar alcanzar un acuerdo. Ligada a la ingobernabilidad política va la económica, puesto que los mercados están más pendientes que nunca de estas negociaciones, que podrían desencadenar la convocatoria de nuevas elecciones e incluso se especula sobre una posible salida de Grecia de la zona euro.

Como viene pasando desde los últimos meses, Alemania ha sido la primera en exigir a Grecia que cumpla con las reformas pactadas, algo que solo puede hacer una vez logre un nuevo Gobierno de coalición. "Si un nuevo gobierno (griego) suspende unilateralmente los acuerdos no podrán continuar dándose nuevas ayudas", dijo el ministro alemán de Exteriores, Guido Westerwelle, este fin de semana.

Este lunes le ha tocado al ministro español Margallo. Tras reunirse con sus homólogos del Partido Popular Europeo en Bruselas, el ministro de Exteriores se ha mostrado preocupado por la situación inestable que hay en el país heleno y ha pronunciado un discurso similar al alemán: si quiere seguir en el euro debe cumplir con lo pactado. "Estamos todos de acuerdo en que la pertenencia al euro implica una serie de obligaciones, entre ellas, la disciplina presupuestaria y la disciplina macroeconómica, es decir, que la pertenencia al club exige cumplir con las reglas del club", dijo Margallo.

El BCE abre la puerta

Mientras tanto, el Banco Central Europeo ya ha abierto la puerta a la marcha de Grecia de la eurozona, donde hasta ahora esta cuestión era un tabú en el discurso de la institución. El que ha roto ese silencio ha sido el gobernador del Banco de Bélgica, Luc Coene, quien, a pesar de mostrarse contrario a esta hipótesis, asume que si fuera necesario sería posible llevar a cabo un "divorcio amistoso": "Un divorcio nunca es algo bueno, puedes hacer las cosas de una manera amable, pero pueden llegar a ponerse feas y difíciles. Supongo que un divorcio amistoso, si alguna vez fuera necesario, sería posible, pero aún así lo lamentaría", afirma Coene en el Financial Times.

El banquero belga defiende que "lo ideal sería que todos los miembros permanecieran en el club", aunque admite que si un país decide que no continúa deseando formar parte hay que permitir su marcha.

En este sentido, Coene admite que la hipotética salida de Grecia del euro implica el riesgo aún mayor de que esta fuera vista como un precedente y se disparasen las especulaciones respecto a nuevos países que podrían salir de la eurozona, incrementando las tensiones financieras. "Ese es el principal riesgo, lo demás puede gestionarse. Una vez que has creado un precedente entonces la gente claro que piensa que, bueno, si un país ha salido, entonces podría salir más", reconoce el banquero.

Un ciclo con final "en meses"

Los estados miembros de la Unión Europea (UE) se oponen a continuar pagando los tramos del gigantesco préstamo externo a Grecia, mientras el país no consigue un gobierno estable y dispuesto a continuar con las medidas de austeridad pactadas. Es la pescadilla que se muerde la cola.

Con todo, Grecia deberá afrontar este martes el pago de 435 millones de euros en vencimiento de bonos que, por cuestiones técnicas, no fueron reestructurados durante el proceso de la quita de los pasados meses. Para ello, mañana subastará Letras del Tesoro a tres meses con una oferta inicial de 1.000 millones de euros.

Así las cosas, la Bolsa de Atenas abrió este lunes con pérdidas y el índice ATHEX, el principal de este parqué, inició la jornada con caídas del 3,21% hasta quedar por debajo de los 600 puntos, un nivel que no se veía desde inicios de la década de 1990.

El Premio Nobel de Economía Paul Krugman, por su parte, habla de "meses, no años" para una posible salida de Grecia del euro. Muchos de nosotros llevamos algún tiempo hablándolo, y así pensamos que podría terminarse el juego: primero, Grecia saldrá del euro, posiblemente el mes que viene", indica en su blog.

Bruselas quiere a Grecia en el euro

Sin embargo, la Comisión Europea intenta desmentir los rumores sobre la salida de Grecia de la eurozona: "Vemos el futuro de Grecia en el euro. Queremos que Grecia siga en el euro", recalcó la portavoz de la CE, Pia Aherenkilde, en una rueda de prensa. "Seguimos esperando y confiando que Grecia respetará los compromisos que ha asumido en el segundo programa de ajuste", añadió.

Ahrenkilde desmintió además que unas recientes declaraciones del presidente de la CE, José Manuel Durao Barroso, a una televisión italiana en las que dijo que si un miembro de un club no respeta las reglas es mejor que deje el club, supongan un cambio de posición de Bruselas. Esas declaraciones suponen "una consideración global" y "en términos generales", y no se referían a ningún país en concreto, aseguró.

El segundo rescate, "único camino"

Alemania confirmó este lunes la vigencia del segundo programa de rescate para Grecia con los objetivos, contenidos y calendario previstos, independientemente del Ejecutivo de coalición que surja en el país heleno si los grupos parlamentarios logran un acuerdo.

Según el Ministerio de Finanzas germano, el segundo programa de rescate para Grecia "tiene objetivos y contenidos claros" y es "el único camino y el correcto para que Grecia pueda recuperarse económicamente a medio y largo plazo". Este programa, según la portavoz de Finanzas, "va más allá de las elecciones en el país", también en lo que respecta al factor tiempo, agregó.

Problemas de liquidez de Grecia

Mientras, el aún primer ministro griego en funciones, Lucas Papademos, ha advertido de que Grecia puede tener serios problemas de liquidez desde inicios de junio, si no recibe los próximos tramos del préstamo internacional.

Según señala este lunes el diario Ta Nea, esa información está contenida en un informe del presidente de la República, Carolos Papulias, presentado a los líderes de los partidos políticos el domingo pasado, durante las negociaciones de formación de gobierno, para alertarles de la crítica situación de las cuentas del Estado.

"Es posible que el gobierno no pueda pagar salarios y pensiones desde el inicio de junio, porque el tramo de préstamo de mayo fue recortado en 1.000 millones de euros y porque los ingresos por impuestos han sido más bajos de lo previstos en el presupuesto", explica Ta Nea al referirse al texto del primer ministro.

¿Y si Grecia se va del euro?

El Tratado de Lisboa no contempla que un país abandone el euro, ni de manera forzosa ni por propia voluntad. La entrada en el euro se concibió como algo "irreversible, pero si la realidad es tozuda, habría que tomar medidas", indicó en su día Federico Steinberg, investigador de Economía del Real Instituto Elcano, a 20minutos.es.

Lorenzo Dávila, jefe del Departamento de Investigación del Instituto de Estudios Bursátiles (IEB), opinaba que la salida temporal de Grecia de la zona euro, e incluso de Irlanda, bajo petición extraordinaria podría ser la solución a la crisis actual, aunque al no haber mecanismos sobre el papel "habría que hacer la ley", y el proceso tardaría unos meses.

Si Grecia saliera del euro, su antigua moneda, la dracma, se depreciaría un 60% o 70% y se produciría una crisis bancaria con el consecuente contagio a otros países, "del más débil al más fuerte", según Steinberg. Es decir: Irlanda, Portugal, Italia y España, Francia, etc.

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