La calle Pescadería, conocida popularmente como calle de las ostras, es un hervidero en verano. En invierno, sin embargo, es distinto. Icono turístico de la ciudad, esta zona pierde gran parte de su actividad en cuanto los turistas hacen las maletas.Para evitarlo, o al menos para contrarrestar el efecto negativo de la lluvia, el Concello ha adjudicado la instalación de una doble cubierta a lo largo de la calle: una rígida, que irá adosada a las fachadas de ambos lados, y otra ligera, en el corredor central.
La cubierta rígida, de vidrio transparente, ayudará también a sujetar la ligera. Ésta, según el proyecto original, estará formada por piezas triangulares de PVC flexible, superpuestas unas a otras en distintos planos inclinados para facilitar el drenaje de aguas pluviales. El interior, iluminado, tendrá una altura de 4,40 metros, suficiente para permitir el paso de vehículos de emergencia.
Baixada á Fonte, al descubierto
La reforma de la calle Baixada á Fonte, contemplada en el proyecto, incluye la demolición de la actual cubierta, que oscurece el vial e impide ver el mar. Además, se salvará la pendiente mediante la creación de terrazas de madera, similares a las que ocupan los restaurantes instalados en la calle Laxe.
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