La Plataforma en Defensa de la Educación Pública advierte de que los recortes en este área, "cercenan" y "amputan" la enseñanza, a la que están sometiendo a un "ataque sin precedentes", además de "impedir" la salida de la crisis.

Este es el principal mensaje que lanzaron sus miembros, a través de un manifiesto leído ante la sede de la Consejería de Educación en Santander, en la calle Vargas, en el marco de la Primera Jornada de Lucha Estatal por la educación pública, antesala de la que será, el próximo 22 de mayo, la primera huelga general simultánea en todos los sectores de la educación en España, desde infantil a la universidad.

"Wert y Serna han conseguido por primera vez en la historia poner de acuerdo a todos los sectores", subrayaban en el manifiesto, leído por un miembro de la plataforma, y en el que se cifra en 7.200 millones de euros la cantidad total a la que ascienden los recortes en toda España.

La lectura del manifiesto ha supuesto el culmen de una 'performance', a la que asistieron más de 250 personas, y en la que, pese a que lo que se había convocado era un velatorio por la enseñanza pública, tuvo un final 'feliz', ya que la unión de profesores, alumnos, padres y colectivos consiguió salvar a la educación de los recortes presupuestarios estatales y autonómicos.

En la 'performance', una joven simbolizaba la educación, ataviada con la camisa verde que llevan los movimientos de defensa de la enseñanza pública. Gritaba de dolor y un actor con la careta del ministro de Educación, José Ignacio Wert, le iba administrando "recortitos" (pegatinas con el dibujo de unas tijeras), mientras alguien gritaba "ayuda" e iba en su auxilio.

"Es por tu bien", le advertían los actores disfrazados de políticos, frente a los gritos de una defensora de la educación que clamaba: "no quieren dejar nada, quieren acabar con la educación pública" y pedía a los asistentes al 'velatorio que "no dejaran que acaben" con ello.

"No le queda pulso, no le queda pulso", avisaba a los presentes, mientras señalaba a la enseñanza pública, cada vez más cubierta con las pegatinas de los recortes,

Paralelamente, un hombre con la careta del presidente autonómico, Ignacio Diego, iba repartiendo pegatinas con tijeras, gritando: "Recortes, recortes, nos los quitan de las manos".

El actor que simulaba ser Wert expuso irónicamente a los congregados los distintos recortes en educación, y sus efectos en el empleo o la calidad docentes, mientras se escuchaba un sonido que recreaba los pitidos de las máquinas que señalan si el paciente está con vida en los hospitales, que se iba haciendo cada vez más plano a menudo que la educación recibía más recortes.

COMBATE

Entre los protagonistas de los recortes estaban el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy; el ministro de Educación, José Ignacio Wert; y sus homólogos en Cantabria, el jefe del Ejecutivo regional, Ignacio Diego, y el consejero Miguel Ángel Serna (cuya foto coronaba el ataúd en el que se quería enterrar a la educación pública), además del banquero cántabro Emilio Botín, presidente del Banco Santander.

Cuando la enseñanza se encontraba ya en fase casi terminal, los 'autores' de los recortes entablaron una disputa de sogatira en el que se enfrentaban a padres, profesores, estudiantes y colectivos, que, finalmente, les acabaron venciendo, cayendo los actores que hacían de políticos y Botín al suelo, mientras emergía la enseñanza pública, haciendo signos de victoria y bailando al ritmo de la música, entre los aplausos del público.

Entre los asistentes al velatorio, vestidos de luto, con velos negros y esquelas en su ropa en alusión a materias objetos de recorte (interinos, aulas de dos años, materias como expresión oral...), se encontraban profesores, sindicalistas, alumnos, miembros de las plataformas contra los recortes y por la enseñanza pública, y representantes de las asociaciones de padres, hasta alcanzar las aproximadamente 250 personas.

El ataúd, con foto de Serna y una corona que rezaba "Gobierno de Cantabria, recuerdo de tus trabajadores", fue llevado a la sede de la Consejería de Educación, en cuyo exterior se pegaron las pegatinas de los 'recortitos'