La Asociación de Vecinos de La Barzola ha dejado claro que la rescisión de la cesión del espacio de la entidad por parte del Ayuntamiento de Sevilla se ha realizado a petición de la junta directiva de la citada asociación ante la "situación ilegal" en la que se encuentra el ambigú, algo "constatado" por la Delegación de Medio Ambiente que ya ha solicitado su cierre, y ante el "riesgo que ello conlleva por la negativa del empresario de regularizar los diferentes contratos de suministros de agua, luz, gas y restos de servicios".

En este sentido, la presidenta de la asociación, Ana María Rueda, y el representante de las entidades vecinales en el Distrito Macarena, Pedro Salvador, han explicado a Europa Press que una vez que "todo vuelva a la normalidad, terminando con la ilegalidad del ambigú", se elegirá a una nueva directiva y el Ayuntamiento devolverá la cesión del espacio.

Así, señalan que este ambigú lleva tres años en ese espacio de forma "ilegal" y, tras la cesión formal del espacio por parte del Ayuntamiento en junio de 2011, se le informó de que esa situación "tenía que cambiar". En febrero se le da un último aviso otorgándole 45 días para que terminara con los productos de consumo que aún tenía, "algo a lo que hizo caso omiso".

Además, han advertido de las "continuas amenazas e insultos" que presuntamente realiza la persona que explota el ambigú, algo que ya ha sido objeto de denuncias. A esto suman, el intento por parte de esta persona junto con otras "ajenas" a la asociación "hasta hace 20 días" de intentar "expulsar" a la directiva actual de la asociación.

Ante estos sucesos y después de que el empresario "afirmara ante Medio Ambiente de que el responsable último del ambigú es la asociación", algo que estos rechazan, la directiva de la asociación presenta ante el juzgado una declaración con los bienes existentes, mientras que Rueda comunica al Distrito su intención de dejar la presidencia para que no se les responsabilice de las actuaciones entorno al ambigú. Esta dimisión debe ser ratificada por la propia asociación y que no se ha producido hasta el momento ya que "estas personas que pretenden quitar a la directiva actual impiden las reuniones".

De este modo, denuncian las "presiones" que está sufriendo la directiva por parte de "este grupo de personas que pretende validar una nueva junta directiva convocando a las personas del barrio que no son muchas ni siquiera socios de esta asociación". Tras todas estas situaciones, la asociación pidió al Distrito que actuara, lo que llevó a la rescisión del local, que será devuelto una vez normalizada la situación, según informan.