Hace pocos meses se desplazó a la ciudad francesa una delegación municipal de Zaragoza, integrada por representantes de todos los partidos, para ver in situ el tranvía bordelés y recibir información técnica de este medio.

La energía motriz de estos trenes se la transmite por inducción una catenaria enterrada bajo las vías, que se instalan sobre grandes planchas. Cuando el convoy pisa sobre dos planchas, su peso produce la conexión y se activa en ese tramo el suministro eléctrico.

En cuanto el tren sobrepasa el tramo, se desactiva, de forma que se eliminan todos los riesgos de electrocución en caso de que alguien cruce por encima de las vías porque su peso no es suficiente para activar la conexión.

Este medio, según informaron fuentes municipales, es más seguro, tiene menos impacto visual y no es más caro que el de catenaria elevada con cables.

Los técnicos de Alstom, empresa que ha construido el tranvía de Burdeos, explicaron a los representantes zaragozanos que la red allí se ha estructurado con tres líneas troncales sobre las que luego se ha tendido una red  en malla, un modelo que se querría aplicar aquí.

La línea norte-sur será la troncal, desde la que posteriormente surgirían hasta cuatro ramales más en forma de estrella para cubrir toda Zaragoza. La red se coordinará con la del autobús urbano, como en Burdeos.

Siete kilómetros de recorrido

El diseño encargado a Otiza del anteproyecto de la línea norte-sur, desde el Campus del Actur hasta Casablanca, estará listo en dos meses. El tranvía cruzará por el puente de Santiago, César Augusto, Coso, Independencia (o César Augusto, Puerta Carmen, Pº Pamplona), plaza Paraíso, Gran Vía, Fdo. el Católico, Isabel la Católica, Casablanca. Tendrá 7 km y 13 paradas.