Cuatro de los cinco jóvenes que habían sido acusados de alojarse en cuatro hoteles de lujo de Valladolid y marcharse sin pagar, además de dejar como 'recuerdo' sus excrementos sobre la cama de uno de ellos, han reconocido hoy su culpa y se han conformado con penas que en su conjunto suman cuatro años y medio de cárcel, así como con el abono de indemnizaciones que superan los 5.500 euros.

El juicio contra ellos no llegó a celebrarse gracias al acuerdo de última hora alcanzado por los abogados defensores y el Ministerio Fiscal, que retiró los cargos contra el joven A.V.G, con lo que éste quedó absuelto, y modificó a la baja su petición para los otros cuatro compañeros de banquillo, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

Así, los jóvenes N.M.C.C, P.V.S. y N.M.R.R, para quienes la acusación pública solicitaba inicialmente penas de tres años y medio, vieron rebajada su condena a un año y medio por delito continuado de estafa, junto con una multa de 540 euros para cada uno de ellos por delito continuado de daños. Por su parte, la joven C.G.G. fue absuelta del primero de ambos delitos y condenada por el segundo a idéntica multa que los anteriores.

Además, en concepto de responsabilidad civil, los tres primeros condenados, con motivo de la estafa, habrán de indemnizar, conjunta y solidariamente, con un total de 3.459 euros a los hoteles objeto del delito, AC Palacio de Santa Ana, sito en Arroyo de la Encomienda; Tryp Sofía y Conde Ansúrez, ambos en Valladolid, y Arzuaga, en Quintanilla de Onésimo, así como con otros 2.130 euros por los desperfectos ocasionados en este último centro hostelero, en este caso con la colaboración pecuniaria de la joven C.G.G.

Que aprendan la lección

Una vez pronunciada 'in voce' la condena por la titular del Juzgado de lo Penal número 4 de Valladolid, la abogada defensora de la joven C.G.G. se mostró satisfecha y, en declaraciones recogidas por Europa Press, expresó su deseo de que los condenados "hayan aprendido la lección, puesto que se han estado jugando entrar en la cárcel".

Los hechos se remontan al periodo comprendido entre el 15 y el 27 de enero de 2010, espacio temporal en el que los referidos hoteles recibieron la visita de los condenados, quienes, tras alojarse en ellos, se marcharon sin abonar el precio de las habitaciones, las consumiciones realizadas o el gasto de teléfono.

Habitación arrasada

En el caso del Hotel Arzuaga, en el que pasaron noche el 27 de enero de 2010 N.M.C.C, N.M.R.R. y C.G.G, la Gran Suite, con un coste por noche de 2.000 euros, quedó prácticamente arrasada.

Y es que al impago de la tarifa por pernoctar en la habitación se suman otros 680 euros de la factura de lavandería (cojines, colchas, cortinas, alfombras y sofá), 200 euros por la vajilla rota y bebidas, 400 por la limpieza de cristales y espejos, 350 por el servicio de limpieza y otros 500 derivados del cierre de la habitación durante dichos trabajos, entre los que se incluye la retirada de los excrementos que los jóvenes dejaron sobre una de las camas a modo de 'recuerdo'.

La reserva había sido realizada por teléfono esa misma madrugada por N.M.C.C, quien, en su conversación con la recepcionista, solicitó la habitación más grande y con vistas a los viñedos. Al explicarle la empleada que disponían de la Gran Suite y el precio por noche, el comunicante pidió una rebaja tras asegurar entonces su intención de hablar con Florentino, el jefe del complejo, del que, según indicó, era amigo suyo y le conocía de Ibiza.

Lo curioso es que dicho joven fue detenido al día siguiente cuando regresó al Hotel Arzuaga con el propósito de continuar alojado en el mismo, ya que había hecho una reserva para tres días.