Operación Negro, llamaban antes a estas urgencias estivales , pero ahora no sería políticamente correcto hablar de operaciones en negro, porque podríamos confundirnos con pateras o con blanqueo de capitales. Lenguajes correctos aparte, en verano nos taladran hasta los tímpanos (fundamentalmente los tímpanos, diría yo), lo que hace pensar que quienes nos quedamos en agosto llevamos ese peso para facilitar el veraneo a quienes se van a la playa. Pero, sorprendentemente, también los ayuntamientos costeros caen en esa fiebre veraniega, precisamente cuando sus poblaciones se multiplican por tres. Así, desde Murcia, cada agosto acabamos viendo cómo la costumbre tan actual de la pancarta se traslada a las playas, con veraneantes manifestándose por obras, malos olores o mosquitos. Paradojas de las vacaciones. Feliz verano a todos.