Las Juntas Generales de Bizkaia han aprobado el dictamen sobre el proyecto de norma foral por el que se modifica la regulación del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), de manera que se plantean nuevos tipos del gravamen como consecuencia de la revisión de los valores catastrales que se está llevando a cabo.

La aprobación del dictamen, que se deberá trasladar a pleno, se ha llevado a cabo en la comisión de Economía y Hacienda y se han incorporado una serie de enmiendas, entre ellas, una para favorecer a los perceptores de la Renta de Garantía de Ingresos. También se abre la posibilidad de que los municipios establezcan bonificaciones en la cuota del impuesto en el caso de inmuebles situados en zonas afectadas por catástrofes naturales.

El diputado foral de Hacienda, José María Iruarrizaga, ha explicado los detalles de este proyecto de norma foral en relación al IBi, que es la "principal fuente recaudatoria" de los ayuntamientos.

Iruarrizaga, tras precisar que la base imponible del IBI es el valor catastral, ha señalado que la última revisión catastral se produjo hace 40 años, por lo que la relación entre el valor catastral y el del mercado está "desvirtuado".

Por ello, se está procediendo a la revisión de los valores catastrales y, como consecuencia de ello, se va a producir una subida generalizada de los valores catastrales, lo que implica una revisión a la baja de los tipos. Asimismo, según los usos de los inmuebles, habrá subidas "muy significativas" en vivienda y no tanto en industria.

Nuevos tipos de gravamen

Por lo tanto, con la modificación se propone un tipo mínimo y supletorio del 0,02 por ciento, que, según ha precisado Iruarrizaga, es 20 veces más bajo que el de la normativa anterior. Todo ello, con el fin de compensar el incremento de los valores catastrales. Además, se establece un tipo máximo (0,3%).

Asimismo, se plantea la posibilidad de incrementar los tipos en el caso de industria hasta el 1,5 por ciento y el resto de usos, salvo residencial y otros, hasta el 0,8 por ciento. La Diputación estima que los ayuntamientos deberían aprobar provisionalmente los nuevos tipos antes del 1 de julio de este año.

Se propone también utilizar nuevos sistemas para reducir costes, en concreto, se opta por incluir también los medios electrónicos, ya que hasta ahora el método utilizado era únicamente la notificación personal, que tenía un "elevado" coste, ya que Bizkaia cuenta con un millón y medio de elementos catastrales.

"REDISTRIBUCIÓN"

Iruarrizaga ha asegurado que el objetivo prioritario no es aumentar la presión fiscal global de los municipios vizcaínos, sino una "redistribución de la misma más ajustada a la realidad del valor de los inmuebles". Ha insistido en que lo que pretenden no es recaudar más, sino "lo mismo", pero intentando "redistribuir" la carga del IBI.

El diputado de Hacienda ha rechazado que se pretenda llevar a cabo un "catastrazo", como sospecha el PP, y ha indicado que en algunos inmuebles bajará la cuota a pagar y en otras subirá, pero no contempla que se produzca un "exceso" en las cuotas.

Iruarrizaga ha destacado que, para la puesta en marcha de esta modificación, se están realizando reuniones con los municipios y se trabaja en colaboración con Eudel. La fecha prevista de aplicación de los nuevos valores catastrales es el 1 de enero de 2013. En el caso de que haya municipios en los que el procedimiento de revisión catastral no finalice en los plazos previstos y no puedan entrar en vigor el 1 de enero de 2013, los ayuntamientos podrán aplicar los tipos vigentes hasta ahora.

En el debate celebrado en la Comisión de Economía y Hacienda, se han incorporado al dictamen algunas de las enmiendas presentas. En total, el PP había presentado cuatro enmiendas, el PSE dos, Bildu tres, el PNV cuatro y el PSE y PNV, conjuntamente, un total de cinco.

Entre las enmiendas incorporadas figuran esas cinco presentadas conjuntamente por PNV y PSE-EE, entre ellas, una en la que se plantea que durante los tres primeros años a partir de la entrada en vigor de los nuevos valores catastrales, se pueda regular una bonificación de la diferencia entre la cuota del IBI correspondiente a la vivienda habitual del ejercicio y la cuota del ejercicio anterior a la entrada en vigor del nuevo valor catastral, a favor de aquellos sujetos pasivos que sean perceptores de la Renta de Garantía de Ingresos.

El texto también ha incorporado otras enmiendas como la que establece la aplicación de una fórmula matemática para la obtención de un tipo, en el caso de que en algunos municipios no haya dado tiempo a aprobar los nuevos tipos de gravamen.

El dictamen también incluye una iniciativa propuesta por el PP para establecer una bonificación de hasta el 99 por ciento de la cuota del impuesto para los inmuebles situados en zonas afectadas por catástrofes naturales. Esta bonificación no será obligatoria, sino que lo podrá decidir cada consistorio. El PP también planteaba otra serie de bonificaciones que no han sido aceptadas.

Tampoco se han aceptado otras enmiendas como, por ejemplo, otra del PP, que, para el grupo, era la "más importante", ya que cree que se puede producir un "catastrazo". Para ello, planteaba que en el supuesto de que, por aplicación de los nuevos tipos y valores catastrales, la cuota íntegra resultante fuera un 10 por ciento superior a la abonada en 2012, el exceso se repartirá de manera equitativa en los tres años sucesivos.

Otras enmiendas rechazadas han sido una de Bildu en la que se planteaba establecer un recargo del 150 por ciento a las viviendas no habituales, con el objetivo de las inmuebles vacíos salgan al mercado y se promueva el alquiler.

También ha sido rechazada, entre otras, la enmienda del PP que pedía que no se incluyera entre las exenciones a los edificios monumentales en los que se desarrollen actividades económicas y una del PSE-EE que planteaba continuar con el sistema de notificación personal.