Manuel empezó a litigar en octubre de 2002. Superó la «permisividad de las ilegalidades desde el distrito de Sants» gracias a su abogado y a la contratación de un arquitecto que pudo averiguar cómo «alguien del ayuntamiento cometía una irregularidad» que le afectaba directamente.

Funcionarios oscuros

No fue hasta que logró contactar con la regidora del distrito en una Audiencia Pública y dar difusión de su caso a través de este diario, que los altos responsables municipales dieron cuenta del supuesto responsable en el distrito de Sants.

Consiguió que un técnico local visitara la obra y «se llevara las manos a la cabeza» ante la injusticia que se cometía «en mi caso».«Mi abogado averiguó que el informe técnico había desaparecido» y con ello todos sus derechos y pruebas.

Ha sufrido mucho, recuerda, pero «alguien decente del distrito» llevó el tema al juzgado y en febrero se derribó el muro que lo mantenía en penumbra durante cuatro años.