La fiscal critica las "mentiras" y el "cinismo" del acusado del crimen del botellón y pide 13 años

Admite que deberá ser absuelto si el jurado cree la versión dada en el juicio por la testigo protegido

La Fiscalía de Sevilla ha mantenido su petición de 13 años de cárcel por un delito de homicidio para Óscar Riquelme, acusado de matar a un joven el 25 de marzo de 2011 en un 'botellón' celebrado en el Charco de la Pava con motivo de la Fiesta de la Primavera, y ha criticado, durante la quinta y última sesión del juicio celebrado en la Audiencia Provincial, tanto las "mentiras" como el "cinismo" demostrado por el imputado.

En su alegato final, la fiscal se ha mostrado "convencida" de que Óscar Riquelme "mató" a Francisco José Guerrero y ha añadido que, en el juicio, "no ha habido ninguna sorpresa", ya que la prueba de cargo "fundamental" sigue siendo el testimonio aportado por la testigo protegido, a la que ha considerado "el alma mater" del procedimiento.

Esta testigo, menor de edad en el momento de los hechos, "tiene miedo" y por ello sigue estando bajo el amparo de la Ley de Protección de Testigos, ha añadido la fiscal, quien ha señalado que la testigo declaró dos veces en el Juzgado de Instrucción y relató que, tras salir de entre unos matorrales, "vio la escena, formada por dos personas de espaldas, en concreto una delgada a la derecha y otra más gruesa a la izquierda", frente a los cuales "se situaba una tercera persona".

En ese momento, la testigo protegido "observó un brazo que salía del centro y apuñalaba a la víctima", e incluso "dijo que 'la mano salía más del gordo y era su mano derecha'", tras lo que, además, "lo reconoció en la rueda de reconocimiento sin género de dudas", no obstante lo cual, ya en el juicio, esta testigo "se mostró nerviosa" y "cambió su versión, situando al gordo en la derecha", lo cual es incompatible con que pudiera asestar la puñalada.

"blanco y en botella"

"Si damos credibilidad a esta versión, el gordo no pudo apuñalar a la víctima", ha señalado la fiscal, quien ha aludido a otros "indicios más de la culpabilidad" del acusado, como es el hecho de que la testigo señalara que el autor del crimen "tenía un tatuaje en el brazo derecho" y que, "en un momento dado, escuchó 'corre lear' —en referencia al menor de edad inicialmente imputado en los hechos—", pero el menor "no tiene tatuaje", por lo que "blanco y en botella".

También ha hecho mención la fiscal al testimonio prestado por Rubén B., quien dijo haber visto al acusado "abriendo y cerrando una navaja y riéndose" en la misma zona donde poco después se produjo el crimen, mientras que negó haberlo visto ayudando a meter a la víctima en un coche para que fuera llevado a un hospital, punto en el que ha criticado el "cinismo" del procesado.

El acusado "miente, miente y miente, y a eso se dedica, y está en su derecho", ha subrayado la fiscal, quien, en este sentido, ha asegurado que "no hay un solo dato, salvo la declaración del acusado, que diga que José Antonio estaba presente en la agresión". "Ha sido todo muy difícil, pues aquello era caótico y en la zona se congregaron 4.000 jóvenes para ponerse hasta las cejas", ha agregado.

No hay alevosía

La fiscal ha argumentado que se trata de un homicidio y no de un asesinato, ya que no ha habido alevosía y la víctima "no estaba totalmente indefensa" frente a Óscar, "que llevaba una navaja e iba profiriendo amenazas de muerte, con lo cual iba delatando su ánimo homicida" antes de "atacar" a la víctima "directamente al corazón", con una puñalada "tan penetrante y con tanta fuerza que le llega al ventrículo izquierdo". A todo ello se suma que "no ha colaborado con la Policía".

De su lado, la abogada que ejerce la acusación particular en nombre de la familia del fallecido, Teresa Mira, que pide para el acusado 20 años de cárcel, ha comenzado su intervención reconociendo que el acusado "se escurre, porque la Ley permite que se escurra", y comparando este caso con el famoso atropello protagonizado por 'Farruquito', ya que inicialmente "le echa la culpa al menor para que se coma el marrón y la pena sea más bajita".

La letrada ha definido al acusado como una persona "fría y calculadora", que "miente vilmente, ya que su propia declaración lo delata". Óscar, al que ha definido como "el jefe de la banda", iba "a buscar sangre, sin ningún tipo de escrúpulo, y pegó el navajazo". "¿Qué más pruebas necesita el jurado?, no hay dudas, está clarísimo", ha finalizado.

Por último, el abogado de la defensa, Álvaro Pimentel, ha pedido la absolución de su patrocinado, tras todo lo cual los miembros del jurado deberán decidir si consideran o no culpable del crimen al acusado, todo ello en un veredicto que se conocerá la próxima semana.

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