La primera Agencia Tributaria de Galicia en sus 30 años de autonomía estará "definitivamente aprobada" antes del verano y permitirá a la hacienda autonómica contar con más de 24 millones más al año, lo que supone casi 100 en una legislatura. Lo hará al aumentar la recaudación por impuestos propios y cedidos en 20 millones —"un 20 por ciento más sin subir los impuestos"— y al ahorrar "algo más de 4 millones" anuales en la gestión de costes.

Lo ha anunciado el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, en la rueda de prensa posterior al Consello de la Xunta, que ha iniciado los trámites para su creación, aunque debe superar ahora la fase de alegaciones. "Iniciamos la cuenta atrás para activar una agencia que busca mayor eficacia, luchar contra el fraude, y facilitar a los contribuyentes que cumplan sus obligaciones fiscales", ha destacado.

La nueva agencia supondrá también una "mejor asistencia" para los ciudadanos porque la Xunta asume el compromiso de "facilitar" que se cumplan las obligaciones tributarias a los gallegos para no incurrir "en multas, liquidaciones complementarias o liquidaciones paralelas" por falta conocimiento en el momento de la liquidación.

En palabras de Feijóo, este instrumento persigue el triple ejercicio de "austeridad, profesionalización y de coordinación" para poder cumplir el doble reto de "fortalecer" el cumplimiento tributario a través de la lucha directa contra el fraude fiscal", también actuaciones que tiendan al "pago voluntario" de estos tributos y poner en marcha un sistema completo de "asistencia al contribuyente".

Aglutinar competencias

En relación al ejercicio de austeridad y simplificación administrativa, Feijóo ha destacado que el nuevo organismo supone la desaparición de la Dirección Xeral de Tributos, de las cinco jefaturas provinciales o territoriales de la Consellería de Facenda y de las 42 oficinas liquidadoras de impuestos.

En concreto, la Administración autonómica aglutinará "todas" las funciones tributarias que le corresponden por tributos propios y cedidos, lo que supone que los funcionarios de Finanzas de la Comunidad serán "los únicos autorizados" para realizar las liquidaciones.

"Las 42 oficinas liquidadoras y los registros de propiedad existentes podrán seguir actuando como oficinas de presentación, pero dejan de prestar el servicio de liquidación y de cobrarle a la Xunta por ello", ha resumido Feijóo, quien, preguntado por si la Agencia tendrá delegación en Santiago, ha replicado que la sede de la Xunta es "una magnífica delegación".

Menos burocracia y más información

Además de apostar por las nuevas tecnologías, Feijóo ha destacado que la Agencia Tributaria busca reducir "al mínimo" la burocracia. Así, la Xunta trabaja ya en los aplicativos una ventana única telemática que permita conectar al contribuyente con los diferentes registros y que le deje, asimismo, "cumplimentar todos los trámites" a realizar.

Igualmente, se creará un servicio de atención telefónico y puestos de atención continuada, además de facilitar la cita previa para evitar desplazamientos y esperas a aquellos contribuyentes que quieran hacer una consulta para "cumplir mejor" con sus obligaciones tributarias.