El responsable de la Federación de Transportes de UGT Cuenca, Jesús Saíz, considera que varios autobuses urbanos han podido ser objeto de un "sabotaje" a consecuencia de los impagos que sufren los trabajadores del servicio urbano.

Este lunes dos vehículos han amanecido con las ruedas desinchadas, hecho que ha provocado un retraso de cerca de tres horas en la puesta en marcha del servicio de transporte.

En declaraciones a Europa Press, Saíz, también miembro del Comité de Empresa, ha señalado que las ruedas pueden haberse desinchado "por mala suerte" aunque también ha sugerido que podría tratarse de una medida de protesta ya que el "ambiente está muy crispado" entre los empleados del servicio que no han cobrado ninguna nómina de 2012.

Según ha dicho, las válvulas de los autobuses pudieron ser manipuladas en la jornada de este domingo, mientras prestaban el servicio ordinario y "cualquiera pudo hacerlo en la calle". Ha descartado así que el sabotaje se haya producido durante la noche y ha remarcado que los autobuses no han sufrido daños graves.

Deuda con los trabajadores

Saíz ha recordado que los empleados sufren problemas en el cobro de sus nóminas desde el verano de 2010 y desde la concesionaria justifican los impagos y retrasos en la deuda que el Ayuntamiento mantiene con la concesionaria, la empresa Alsina Rodríguez.

Recientemente, 28 de los 42 trabajadores del servicio han participado en un acto de conciliación con la empresa que se saldó sin acuerdo porque, según Saíz, Alsina Rodríguez afirma que no dispone de dinero para abonar la deuda, al tiempo que asegura que cualquier ingreso que realice el Consistorio repercutirá de inmediato en los trabajadores.

En este punto, los empleados han denunciado que los problemas entre la concesionaria y el consistorio no deben repercutir en los trabajadores y sus familias porque ellos "no son responsables de la deuda que el Ayuntamiento tenga con la compañía".

Así las cosas, los 28 trabajadores presentarán próximamente una denuncia de reclamación de cantiudad ante el Juzgado de lo Social de Cuenca. Saiz ha lamentado que la situación está muy crispada y está afectando a los trabajadores entre los que, en ocasiones, "saltan chispas".

Alsina Rodríguez, que explota el servicio desde hace 24 años, denuncia que el Ayuntamiento de Cuenca le adeuda 4.700.000 euros. El Consistorio por su parte, sostiene que la deuda ronda los 2.000.000 de euros.