Lorca estuvo tres días "apuntalada masivamente" y el barrio de la Viña en un 85%, según un bombero

Confía en que Lorca "se levantará de este mazazo, porque el tiempo lo cura todo y eso es lo que hace falta"
Bomberos De Cartagena En El Terremoto De Lorca
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BOMBEROS DE CARTAGENA
Bomberos De Cartagena En El Terremoto De Lorca

Lorca llegó a estar "apuntalada masivamente" como consecuencia de los terremotos ocurridos el 11 de mayo del pasado año. La estampa de esta localidad ha cambiado, ya que "acostumbrados a ver un espacio donde todo estaba lleno de edificios, ahora mismo ves parcelas, lo que crea un espacio de desequilibrio visual".

Así lo ha descrito el director técnico del Consorcio de Bomberos de la Región de Murcia, Antonio Bonillo, quien recuerda, en una entrevista concedida a Europa Press, que en los tres primeros días se trabajó sobre 200 edificios.

"El barrio de La Viña estaba apuntalado en un 85 por ciento, la avenida Juan Carlos I en el 50 por ciento de los edificios y en calle Fuerzas Armadas y barrio de San Cristóbal entre un 40 y un 50 por ciento", ha explicado.

Y es que, ha comentado, "la acción del terremoto fue muy general pero a la misma vez muy localizado, en una línea recta que cruza de norte a sur y se ensancha en La Viña". "Es como si fuese un latigazo, donde la cola viene a ser La Viña", ha apostillado.

Bonillo advierte que la catástrofe podría haber sido mayor de haber ocurrido de madrugada, cuando todo el mundo está durmiendo. En su opinión, "hubiese acentuado mucho más el riesgo hacia las personas, ya que hasta para el terremoto hay que tener suerte".

Igualmente, señala que la normativa sísmica "ha existido siempre", como lo prueba el hecho de que Lorca "podía tener del orden de 12.000 edificios y sólo uno cayó como consecuencia de los seísmos".

Una intuición

Fue sobre las 17.15 horas de aquel fatídico 11 de mayo cuando este bomberos, natural de Lorca, sintió el primer temblor cuando estaba en casa con su mujer. En ese momento, se dirigió a Murcia para coger su equipo y vehículo y volvió a Lorca, no logrando contactar con su mujer hasta las 22.00 horas.

Desde el primer instante en que sintió el temblor, asegura que tuvo una intuición, ya que vio desde su vivienda como se venía abajo el campanario del convento de la Virgen de las Huertas.

"Cuando lo vi, me dije que esto no era normal y que el temblor se había salido un poco fuera de un movimiento sísmico", indica Bonillo, quien ha ensalzado la labor del Cuerpo de Bomberos, ya que "nadie quería irse a casa a descansar y los primeros consintieron hacer el relevo tras más de un día y medio seguido trabajando".

Una plantilla que puede decirse que dio más del cien por cien en aquella situación, ya que si a los 50 minutos de la llamada de activación se encontraban trabajando en Lorca 65 efectivos y una media de 25 vehículos, a las diez de la noche la cifra ascendía hasta los 98 bomberos y 32 vehículos.

Se llegó a la cifra máxima de 138 bomberos en el segundo día, ya que se incorporaron de diversos puntos del mapa regional, así como de los consorcios de Valencia, Alicante, Almería Poniente, Almería Levante, Baza y Guadix.

Desde sacar personas que se encontraban atrapadas en sus casas o en ascensores hasta apuntalar edificios y retirar obstáculos de la calzada. Ésta fue la labor de prevención y actuación que desarrolló el Cuerpo de Bomberos, desde donde se manifiesta que se ha aprendido mucho de este terremoto.

Según relata Bonillo, "antes podíamos pensar que esto pasaba, que ocurría única y exclusivamente en América Central, pero también sucede en Europa".

Para concluir, no duda en afirmar que Lorca "será lo que era, incluso mejor, porque todos los ciudadanos se levantarán de este mazazo". "El tiempo lo cura todo y eso es lo que hace falta, tiempo para que la parte mental del lorquino se levante y mediante ayudas que todo el mundo espera, se reconstruya, como realmente le corresponde y se merece", desea.

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