Dice, en contra de las versiones oficiales, que los golfares grandes (casi de un metro) suelen ir solos y atacar. Mora cree que la niña estaría nadando a poca profundidad y en aguas turbias y que el golfar se acercaría a comer lisas, que suelen estar por la orilla.

«Vio algo que brillaba y que se movía (parecido a un pez) y por eso atacó. De hecho, no le arrancó el dedo porque la niña se movió y el golfar se asustó», asegura Mora. Corta en cada mordisco, y suele llevarse las piezas que ya han pescado otros de un solo bocado, aunque si ataca al humano es por equivocación. Mora practica pesca submarina desde hace 40 años. Con siete ya iba de la mano de su padre, Ramón, y su madre, Magdalena, tenía el carné de federada número 2 de España.

Dice que en nuestra costa hay tiburones

«Yo he visto tiburones a una milla del Postiguet porque había una gaviota muerta en la superficie», dice Jorge. Los de aquí (tintorera o marrajo) suelen alejarse de la costa por sus costumbres de alimentación y porque tienen una población reducida. Pero «en el sur de Sicilia hay una zona de cría de tiburón blanco».