El cabecilla de la red de tráfico de cocaína por la que están imputadas 24 personas, Reynel de Jesús P.L., se ha negado a declarar en el juicio que se celebra desde el lunes en la Sección Primera de la Audiencia Provincial pero en el que hasta este jueves no se han podido oír los testimonios de los acusados de formar varias redes de tráfico de cocaína, que traían del extranjero y que distribuían en la región, pero también en Valencia y Madrid.

El fiscal solicita una condena de nueve años de cárcel y multa de 700.000 euros para el principal acusado y supuesto cabecilla de la red, Reynel de Jesús P.L., que se encargaba de traer la droga desde el extranjero, principalmente de países latinoamericanos. Según la Fiscalía, la traía mezclada con otras sustancias para dificultar su intervención y posteriormente la separaba a través de procesos químicos.

Fue detenido el 8 de mayo de 2010 en Valencia, cuando llevaba un cuadro supuestamente de Goya —y que resultó ser de un autor desconocido— que iba a trasladar a Madrid para su venta.

Reynel de Jesús P.L. se ha negado a declarar ante la Audiencia, como también lo ha hecho otro de los principales acusados, Juan Alberto R.L., con quien el primero colaboraba directamente y compartía domicilio, en el que se intervinieron más de 10 kilos de cocaína con una pureza del 100%.

Otro de los acusados, Jairo de Jesús C.V., que se encargaba al parecer de viajar a Colombia para transportar después la cocaína a España, que luego se distribuía a través de varias redes, sí ha declarado, negando haber hecho de correo para traer droga.

A preguntas de la Fiscalía y la defensa, ha explicado que realizó dos viajes a Colombia en diciembre de 2010 porque recibe tratamiento médico en el país latinoamericano por una enfermedad contagiosa crónica y volvió a España para la medicación, porque aquí es "más barato".

Ha dicho que conocía a Reynel de Jesús de años atrás, cuando ambos vivían en Colombia, pero ha negado que hiciera negocios con él. No obstante, le llamó a la vuelta de uno de estos viajes a su país del que dijo que le trajo "una camiseta" y no cocaína como sostiene el fiscal. También ha reconocido que hizo un giro postal para el supuesto cabecilla que era para arreglar la casa de aquél y de cuya cantidad ha dicho que no se acordaba.

Por otra parte, este jueves se han negado a declarar, además de los citados, José Maurey I.T. y Ariel G., aunque este último sí ha respondido a su defensa explicando que si se encontró un cuchillo con estos de cocaína y hachís en su domicilio era porque su hermano consumía coca y él se la ocultaba.

Su primo, Daniel G., era en el momento de los hechos consumidor de cocaína, que compraba a Reynel de Jesús, a quien ha dicho que no conocía ni debía dinero. Además, ha declarado que no formaba parte de ninguna organización relacionada con drogas, que no ayudó a procesar droga ni colaboraba con el primero a pasarla, y ha admitido que realizó giros a Colombia aunque no tenía "ni idea" de dónde procedía el dinero.

También ha dicho que no se reconocía en las conversaciones telefónicas que ha aportado el fiscal, y tras escuchar varias y responder con este argumento se ha negado a seguir contestando.

En respuesta a su defensa, ha dicho que en su casa le encontraron 0,41 gramos de coca y 1,97 gramos de hachís, valorados en 37,82 euros, que eran para su consumo particular.

Otro de los presuntos implicados, Jesús María C.R., ha manifestado que no conoce "de nada" a Reynel pero sí a Juan Alberto R.L. aunque no se acuerda de si debía dinero al segundo ni de si hacía giros a Colombia para ambos, aunque al final ha reconocido que sí los puso a nombre del primero.

El fiscal le ha presentado numerosas conversaciones telefónicas de él con varios acusados, que Jesús María C.R. ha negado que estuvieran relacionadas con la droga y que ha justificado con argumentos como que estaba dando consejos naturistas, que hablaba de música o de "propaganda". "Ni conozco ni nunca he tenido conexión con negocios de droga", ha afirmado, así como que él es "una persona honesta, recta y trabajadora; no tengo problemas con nadie", ha dicho.

En princio estaba previsto que el juicio se celebrase durante dos semanas, pero dados los retrasos que ha sufrido podría prolongarse aún más.