El buque Ramón Margalef del IEO comenzará este martes a estudiar los huevos y larvas de la anchoa del Golfo de Vizcaya

El IEO quiere estudiar con la UC la existencia de barreras de coral de agua fría en el Cabo de Ajo
Tripulación Del Buque Ramón Margalef Del IEO
Tripulación Del Buque Ramón Margalef Del IEO
EUROPA PRESS
Tripulación Del Buque Ramón Margalef Del IEO

El buque Ramón Margalef del Instituto Español de Oceanografía (IEO) comenzará este martes, 8 de mayo, a estudiar los huevos y larvas de la anchoa del Golfo de Vizcaya, una campaña en la que colaborará con AZTI-Tecnalia (Centro Tecnológico del Mar y los Alimentos que estudia los índices de biomasa de la anchoa) para conocer las cantidades de alevines de esta especie y poder estimar las condiciones de las próximas costeras.

Así lo ha anunciado este lunes en Santander el investigador del IEO Francisco Sánchez, que ha atendido a los medios de comunicación en la parada que el buque ha realizado en el puerto de la capital cántabra para descargar los equipos de la campaña de estudio de las barreras de coral de agua fría, que ha tenido lugar en los Cañones de Áviles (Asturias).

Sánchez ha indicado que el buque Ramón Margalef recogerá, durante 20 días, los huevos y larvas de la anchoa con un sistema de redes "muy finas", y contabilizará estos ejemplares juveniles para prever el "futuro" de la anchoa.

Además, junto al buque del IEO, que este martes recalará en Pasajes (Guipúzcoa) para recoger a los investigadores de AZTI-Tecnalia, partirá otro barco de la Dirección General de Pesca del País Vasco, que pescará anchoas para poder estudiar el estado de los ejemplares adultos.

Por otro lado, Sánchez ha indicado que el barco Ramón Margalef viene de estudiar las barreras de coral de agua fría de los Cañones de Áviles, unos hábitats parecidos a los "tropicales" que acogen "corales, esponjas y una gran biodiversidad" y que se encuentran a profundidades de entre 700 y 1.200 metros.

Este estudio, que se enmarca en el proyecto Indemares de la Unión Europea (UE), tiene como fin "preservar los ecosistemas vulnerables y regenerar los recursos pesqueros" a través de la declaración de protección de áreas marítimas.

Además, ha señalado que este proyecto tiene una duración de tres años, tras los que el IEO presentará a la UE unos resultados con los avalar la propuesta de proteger diversas zonas en aguas españolas.

Corales de agua fría

Sánchez ha detallado que, por el momento, se han estudiado barreras de coral de agua fría en Asturias, Cádiz, Canarias, Baleares y en la costa mediterránea, y éstas suelen ocupar superficies de 200 por 500 metros y presentan una biodiversidad "muy elevada".

Aunque hay que protegerlas por no sólo por su biodiversidad, sino también porque éstas retienen el dióxido de carbono (CO2), de forma que tiene que preservarse para "evitar que éste se libere a la atmósfera", ha indicado Sánchez.

El estudio de las barreras de coral de los Cañones de Áviles se ha aproximado hasta la zona de Unquera, aunque la prioridad del buque del IEO en Cantabria es poder estudiar el Cabo de Ajo, una zona "muy interesante" por ser la plataforma continental "más estrecha" del país, por lo que "probablemente" contenga barreras de coral de agua fría.

"Estamos intentando que la Universidad de Cantabria (UC) se sume al proyecto para acceder al Cabo de Ajo y ver si éste reúne las condiciones necesarias para que la UE lo declare zona marítima protegida", ha destacado Sánchez, que ha añadido que "ya se sabe de la existencia de cañones submarinos en la zona".

Además, Sánchez ha considerado que ese estudio sería "muy interesante" porque permitiría saber los movimientos del mar, sus corrientes, temperatura o salinidad, así como conocer las condiciones ambientales, la flora y la fauna, unos datos que, en su opinión, pueden servir para algunos de los proyectos que se desarrollan en la región como la energía eólica o la maremotriz.

Buque ramón margalef

El buque Ramón Margalef del IEO lleva en funcionamiento seis meses y es la primera vez que recala en Santander. Este barco se hizo "famoso" por su intervención en "la crisis del Hierro", donde la última tecnología de este buque permitió "ver cómo crecía el volcán en tiempo real", ha detallado Sánchez. "Si llegaba a 90 metros, habría emergido y creado una nueva isla", ha dicho.

El barco es "multidisciplinar" —puede realizar múltiples investigaciones porque los equipos se montan y desmontan según las necesidades—, tiene 46 metros de eslora y 10,5 de manga, y se mueve gracias a dos hélices y propulsión eléctrica.

Entre el equipamiento técnico del barco destaca la cartografía electrónica y el posicionamiento dinámico, según el capitán, que ha manifestado que el Ramón Margalef es "un barco muy bien equipado".

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