E.ON obtuvo un beneficio neto atribuible a los accionistas de 1.719 millones de euros en el primer trimestre del año, lo que supone un descenso del 24% con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, si bien la compañía dice haber superado "lo peor" y califica de "positivo" el inicio del año.

El grupo alemán explica que, en términos recurrentes, el beneficio del primer trimestre ha aumentado un 27%, hasta 1.665 millones de euros, mientras que el beneficio bruto de explotación (Ebitda) registró un incremento del 9%, hasta 3.770 millones de euros.

Para el conjunto de 2012, la compañía espera obtener un beneficio neto recurrente de entre 2.300 y 2.700 millones de euros, así como un Ebitda de entre 9.600 millones y 10.200 millones.

El beneficio recurrente de 2011 se había situado en la parte media de esta horquilla, en 2.501 millones, en un ejercicio en el que E.ON había registrado pérdidas netas de 2.219 millones de euros por el impacto del adelanto del apagón nuclear en Alemania y por las depreciaciones y amortizaciones de activos en España e Italia.

"Como ya dijimos en marzo, ya hemos pasado lo peor. Nuestros resultados del primer trimestre confirman la tendencia. Estamos haciendo buenos progresos, aunque todavía debemos actuar con resolución para afrontar los retos actuales y culminar los cambios iniciados", afirmó el director financiero de la compañía, Marcus Schenck.

Las ventas de E.ON aumentaron un 28% en el primer trimestre del año, hasta 35.700 millones, animadas por negocios como el de las renovables en Alemania y Rusia. El incremento se produjo a pesar de la falta de producción nuclear en Alemania.