Restauran el mural que pintó Haring en el baño de un centro gay nueve meses antes de morir

  • Está en el antiguo servicio de hombres de la sede de un centro comunitario de gays y lesbianas de Nueva York.
  • El artista urbano lo pintó en la primavera de 1989. Tenía 31 años y era portador del virus del sida, que le causó complicaciones mortales en febrero de 1990.
  • El mural está dedicado al sexo entre hombres y, según la directora del centro, "tiene la mayor cantidad de penes" posible.
Firma de Haring en el mural
Firma de Haring en el mural
Keith Haring artwork © Keith Haring Foundation / Photo:  Rob Zukowski
Firma de Haring en el mural

En la primavera de 1989, Keith Haring (1958-1990), que tenía 31 años y era uno de los artistas urbanos más famosos del panorama mundial, pintó, sin cobrar y a la velocidad meteórica con que lo hacía todo, un mural en las paredes de uno de los servicios de hombres del Lesbian and Gay Community Services Center de Nueva York (EE UU). La obra, una alegoría del homoerotismo sin pizca de pudor, ha sido restaurada casi por completo tras estar a punto de perderse para siempre por la falta de cuidados.

El mural, titulado Once Upon a Time (Érase una vez),  fue pintado por Haring en el cuarto de baño del segundo piso del edificio, situado en el 208 West 13th Street de Nueva York, sede de la veterana organización, fundada en 1983 y dedicada a la defensa de los derechos de los homosexuales. El artista, que ya había despuntado como uno de los creadores más brillantes de su generación, había sido invitado por la organización, junto con otros 49, para elaborar una obra que celebrase los veinte años de los disturbios de Stonewall (junio de 1969), que se consideran el inicio de la lucha activa de la comunidad gay.

Felaciones, penetraciones, fetichismo...

Homosexual con conciencia y agitador natural, Haring eligió los servicios y pintó, a velocidad frenética, prácticamente cada centímetro de pared, incluso zonas alicatadas. El mural, en el estilo rebosante de vida y esquemático que ha convertido al artista en una referencia, reproduce, en blanco y negro, una alegoría al homoerotismo y el sexo: felaciones, penetraciones, fetichismo, deseo y, como señaló la directora del centro, "la mayor cantidad de penes" posible para el limitado espacio.

Eran tiempos duros para la comunidad gay. EE UU acababa de llegar a la cifra de 100.000 enfermos de sida y la conciencia del estigma social y la necesidad de combatirlo estaban muy presentes. Haring, seropositivo, era una de las personas en peligro. Unos meses más tarde, en febrero de 1990, falleció a consecuencia de complicaciones derivadas del virus.

Por el mural pasó mal el tiempo. Las paredes se desconchaban y grandes trozos de pintura se caían porque, en su frenesí por acabar cuanto antes, convencido, como todo creador callejero, de que lo efímero es un valor, Haring no preparó el soporte ni barnizó el resultado, entre otras razones porque no contaba con que la muerte le convertiría en un mito.

'El cuarto de baño de Haring'

Por otra parte, el lugar fue reformado y el servicio —que era conocido como Haring Bathroom (El cuarto de baño de Haring) y se había convertido en destino de los turistas— perdió su condición sanitaria para integrarse en una zona de reuniones. Las cabinas y elementos de cerámica sanitaria fueron removidos, pero los alicatados se conservaron.

El centro, que también ha cambiado su nombre para adaptarse a la corrección política —ahora se llama Lesbian, Gay, Bisexual and Transgender Community Center—, no tenía dinero para restaurar la obra, pero consiguieron una donación de 20.000 dólares (unos  15.400 euros) de Tobias Meyer, jefe de arte contemporáneo de la casa de subastas Sotheby's, y el marchante Mark Fletcher para afrontar una primera fase de la recuperación de la obra, que vuelve a ser visible y estuvo abierta al público durante todo el mes de marzo. Ahora buscan más fondos para completar la restauración.

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