Hace tres años, Patxi López y Antonio Basagoiti sellaban con un apretón de manos la investidura del líder del Partido Socialista de Euskadi (PSE) como lehendakari del País Vasco. Hoy, después de muchas desavenencias y un importante triunfo frente al terrorismo, ese pacto se ha roto y con él la relativa estabilidad política de la que han gozado los vascos los últimos 36 meses.

El 1 de marzo de 2009, el PNV con Juan José Ibarretxe al frente obtenía el mayor número de escaños al Parlamento vasco en las elecciones autonómicas. Sin embargo, los 30 diputados logrados por el partido nacionalista no fueron suficientes. El PSE, con 25, y el PP, con 13, alcanzaron un acuerdo de Gobierno (las 'Bases para el cambio democrático al servicio de la sociedad vasca') por el que López ocuparía la lehendakaría los próximos cuatro años con el apoyo del líder del PP vasco, Antonio Basagoiti. Un acuerdo histórico ya que López se convertía en el primer líder del País Vasco no nacionalista.

Comenzaba entonces un periodo constante de negociaciones para la toma de decisiones y la aprobación de leyes, con ligeros percances pero con un sólido camino recorrido juntos. Sin embargo, hace unos meses las diferencias entre ambos mandatarios comenzaron a hacerse más profundas, especialmente lo relacionado con ETA.

La ruptura, aunque anunciada esta semana, comenzó sin duda en la Conferencia de Paz celebrada en San Sebastián el pasado mes de octubre, a la que siguió el anuncio de ETA del "cese definitivo de la actividad armada". La decisión del PSE de acudir en el último momento a una reunión que Basagoiti rechazó por considerar que encarecía "el precio de la paz y hacía el juego a Batasuna" marcó los futuros desacuerdos entre ambas formaciones políticas.

Aunque ETA y las discrepancias sobre los plazos y el plan de ruta a seguir tras el anuncio del fin de la violencia de la banda armada solo han contribuido al fin de una unión que pocos esperaban que se prolongara en el tiempo. El ascenso de Mariano Rajoy a La Moncloa en noviembre de 2011 y su política económica han sido el detonante que ha acabado con el entendimiento entre López y Basagoiti.

Desde el anuncio de los primero recortes y subidas de impuestos, Patxi López se ha mostrado muy crítico con el Gobierno central y con el Partido Popular. "No vamos a permitir que los pensionistas paguen más por sus medicinas. No vamos a reducir las becas de enseñanza, ni vamos a elevar las matrículas. Vamos a mantener nuestros hospitales, nuestras escuelas, nuestros empleos públicos...", aseguraba el líder del PSE en su blog en alusión a las últimas decisiones del Ejecutivo de Rajoy.

Insumisión que culminó el pasado día 4 de mayo, cuando López anunció que el Gobierno vasco presentará un recurso de inconstitucionalidad contra las medidas de ajuste en materia de Sanidad y Educación, asegurando además que los decretos aprobados por el Gobierno "invaden" competencias de la comunidad autónoma vasca.

Así, la decisión de este lunes de Basagoiti de dar por "agotado" el pacto entre ambos partidos era de esperar. "El acuerdo entre PSE y PP ha supuesto un hito muy importante porque ha traído el final de la crispación en la sociedad vasca y ha contribuido a traer el final de ETA", pero ahora Patxi López está "más preocupado por defender cosas de su partido que los intereses del país", aseguraba el líder del PP vasco. Además, criticó que a López "le está faltando firmeza frente a la izquierda abertzale".

Ahora, la posibilidad de convocar elecciones anticipadas toma fuerza, aunque López no parece estar por la labor. El lehendakari no ha aclarado si su Gobierno agotará o no la legislatura, que, en teoría, concluye en marzo de 2013. "La prioridad es defender los servicios públicos y el autogobierno, no los adelantos electorales", señaló. Sin embargó, sí destacó que "nadie desde la sombra" le puede obligar a anticipar los comicios.